Inician la semana dedicada a los adultos mayores con una ceremonia religiosa
Alfonso Morales Castorena
Aguascalientes, Ags., 25 de agosto de 2014. (aguzados.com)- El vocero oficial de la Diócesis de Aguascalientes, el presbítero Carlos Alberto Alvarado Quezada, exhortó a la sociedad "a no considerar a los ancianos como un estorbo para nosotros, los ancianos tienen que ser una escuela de enseñanza, sobre todo para las nuevas generaciones", a la apertura religiosa de las diversos festejos con los que se celebrará, durante la presente semana, el Día del Abuelo o de los Adultos Mayores y que culminará el próximo jueves 28 del presente mes dedicado a la advocación de San Agustín.
Por su parte el Vicario General de la Diócesis, Raúl Sosa Palos, que presidió la ceremonia religiosa de las nueve de la mañana del lunes 25 de los corrientes en la Catedral Basílica, con la que se inició la semana dedicada a los adultos mayores, en la parte central de su homilía afirmó "envejecer es como escalar una gran montaña, mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y esa es la realidad de nuestros adultos en plenitud".
Al concluir el oficio religioso, ambos sacerdotes presidieron la reunión semanal con los medios en la Casa del Obispado con ausencia de su titular, José María de la Torre Martín, en la que Alvarado Quezada al continuar con su exposición dijo: "los adultos mayores no son generaciones pasadas, son generaciones que vienen a construir las nuevas humanidades".
Esos adultos mayores, agregó, "a los que hoy hacemos un justo reconocimiento por su encomiable labor en beneficio de todos nosotros para que con la gracia de Dios habitemos un mundo mejor, construyen día con día la nueva civilización, la de la paz, la del amor, la de la concordia y la igualdad de la justicia".
Alvarado Quezada refirió que "el Papa Juan Pablo II retomó el salmo 90 de las Sagradas Escrituras que dice que aunque uno viva 70 años y el más robusto hasta los 80, la mayor parte son fatiga inútil porque los años pasan aprisa y vuelan, cuando el hombre va viviendo cada día verdaderamente su vida con alegría, con gozo en la gracia de Dios, va llegando a una etapa final que ve con satisfacción, no como una fatiga inútil, cuando cada día vamos disfrutando lo que Dios nos da, se siente el hombre verdaderamente alegre y satisfecho".
Refirió: "hoy en día las instituciones tanto sociales, del gobierno, como de la iglesia, juegan un papel muy importante para darle sentido a la vejez de nuestros adultos mayores para que no se sientan desalentados, tristes abandonados o a veces desalentados hasta de sus mismas familias".
Se pronunció porque "las casas de asistencia para nuestros adultos mayores no tienen que ser refugio de soledades, de tristezas y sobre todo, de esperar una buena muerte, cuando vemos que todas esas instituciones les dan una buena acogida, van haciendo que ese otoño de la vida, que esa vejez, sea alegre, dinámica, en la que todo se comparte con los demás, que también vivieron esas estaciones de la vida, aun cuando las vicisitudes que enfrentaron les hicieron tomar conciencia de sus capacidades y limitaciones, pero es natural que con el paso de los años, lleguemos a tener ese pensamiento del ocaso de la vida, de que nuestros ancianos son un estorbo para nosotros".
Mientras que el Vicario General de la Diócesis, Raúl Sosa Palos, al retomar la palabra, señaló que "el ascenso a esa montaña de la vida, los adultos mayores van escalando a la plenitud de su vida, van llegando a lo más alto, en los que se contempla la realización de un pasado y donde aguardan con viva esperanza un futuro, un futuro que a veces es incierto".
Agregó que "en el oficio religioso de hoy en nuestra Catedral Basílica, con el que inició la Semana del Adulto Mayor, dimos gracias a Dios por todos aquellos que culminan su vida, que alcanzan la realización de sus sueños, que han llegado a forjar sus esperanzas, que ven como al paso de las generaciones, Dios se sigue manifestado en ellos".
Porque, dijo, "esta plenitud de vida es gracia de Dios, la vida es un don de Dios y llegar a esta etapa es también una manifestación divina, el que así se le valore, el que así se le aprecie y el que así la viva, es la corresponsabilidad que el Todopoderoso espera de todos nosotros".
Sosa Palos señaló que "los ancianitos y las ancianitas muchas veces se ven desprotegidos, desfavorecidos y esa esa es la invitación como iglesia que somos y en la sociedad que conformamos, a que busquemos darles su dignidad, a que esa etapa de su vida se siga viviendo con la suficiente esperanza y soporte que puedan dar a la familia, a una institución, a la iglesia misma".
Terminó diciendo "felicitamos a todos nuestros ancianitos y los confiamos a Dios, nuestra plegaria de esta mañana ha sido pedir a la Santísima Virgen María, patrona de nuestra Diócesis de Aguascalientes, que ella los lleve a esa plenitud de vida, que les ayude a subir hasta lo más alto de la montaña para contemplar a Dios y glorificarlo sin cesar".
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