- "Hablé de inversión de valores morales, no de individuos invertidos", aclaró el prelado
Alfonso Morales Castorena
Aguascalientes, Ags., 29 de septiembre de 2014.- (aguzados.com).- El obispo de la Diócesis, José María de la Torre Martín, refutó los señalamientos que le achaca la comunidad gay bajo el argumento de que "hablé de inversión de valores morales y no de entes invertidos", al tiempo que reafirmaba su postura al señalar que "la iglesia no estará a favor del matrimonio entre homosexuales" y aclaró que "eso no es faltarles al respeto".
El prelado diocesano agregó que "ellos pueden, con otros medios, salvaguardar sus intereses, sus bienes, no necesariamente tienen que equiparar su relación a la familia, porque la familia es una institución, es la única que nos acompaña y es la única que genera un bien social porque educa a los futuros patriotas y la iglesia a los futuros creyentes".
No obstante debe quedar bien claro, precisó el sacerdote, que los hombres y las mujeres con tendencias homosexuales deben ser acogidas con respeto, con pasión, con delicadeza y deberá evitarse, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta.
Sin embargo, agregó "casar a una persona del mismo sexo es un experimento social inédito que nunca antes se ha intentado, ninguna civilización ha implantado el matrimonio homosexual, se abre la puerta a un experimento social peligrosísimo y por eso la iglesia trata de hacer entender la ley natural de la unión matrimonial de un hombre y una mujer".
Dijo que "se enfrenta a una cultura subyacente, a una postura muy radical al respecto, que quiere destruir a las familias porque según eso, en la actualidad ya no funciona y ese es un problema grava cultural, porque la antropología clásica filosófica se pierde, pero repito, ninguna civilización ha aceptado el matrimonio gay".
Reiteró que "el problema es comprender el valor de la ley natural, el comprender la dimensión matrimonial entre hombre y mujer, que el amor auténtico exige exclusividad y exige eternidad, no puede haber amor auténtico cuando existen varias parejas y cuando el vínculo se puede romper fácilmente, se dice amor, pero es un amor condicionado, es un amor vendido, se cambia completamente el concepto del matrimonio".
Al respecto señaló "si la legislatura pronuncia una ley que denigre a la familia, eso invierte los valores, porque la familia es la institución que más queremos y defendemos todos, es el patrimonio más preciado que tenemos y si ellos llaman familia a la unión de dos homosexuales, el día de mañana, según vaya la decadencia moral, llamarán familia a la unión con animales y eso es inversión de valores, no de individuos invertidos, eso es lo peligroso".
Es mi deber como obispo, puntualizó, seguir hablando de la belleza del matrimonio religioso, católico, que es la única garantía de que pueda haber un amor fiel, exclusivo, permanente y el mejor espacio de los hijos que se procreen para que se eduquen, por eso la iglesia se preocupa de la familia y trata de ayudarla en cualesquiera que sean las circunstancias.
Luego viene la intervención del estado, la tutela que deber ejercer sobre la familia, porque es la escuela de los valores cívicos, es el semillero de la patria y si el estado la desprotege, se está haciendo el harakiri, continuó diciendo.
De la Torre Martín concluyó su reunión con los medios informativos, señalando que "el anuncio del Evangelio de la familia es parte integrante de la misión de la iglesia, porque en el tiempo actual, la difundida crisis cultural, social y espiritual constituye un desafío para la evangelización de la familia y de ahí el interés de la iglesia para reflexionar sobre el camino que ha de seguir a fin de comunicar a todos los hombres la verdad del amor conyugal y de la familia, respondiendo así a sus múltiples desafíos".
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