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La orden de los Caballeros de Colón antecedentes y fundación en México

  • De la serie Historias de la Vida 

Fernando De Alba

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Aguascalientes, Ags., 2 de abril de 2015.- (aguzados.com).- En primer lugar nos tenemos que remontar hasta  el año de 1860 donde en la Unión Americana había un gran número de  católicos Irlandeses y sus descendientes, en esa época grupos políticos y religiosos antagónicos a la Iglesia Católica propagaron ampliamente la idea de que los militares católicos del Norte no podrían ser leales a su patria adoptiva.

Sin Embargo, estos demostraron su lealtad durante la guerra de secesión, pero el Estado de Connecticut ordeno que se disolviera una compañía o grupo militar de la Guardia del Estado, conformado en su mayoría por católicos de origen Irlandés.

Propiciando un ambiente hostil para todos aquellos católicos que incitó que fueran excluidos de las oportunidades de trabajo junto a otras minorías.  Las tareas a realizar eran muchas veces inhumanas, propiciando una creciente mortalidad de los adultos, dejando en la orfandad y sin ninguna protección a sus familias.

Ante esta situación el párroco asistente de la iglesia de Santa María decidió poner manos a la obra.

El padre Michael J. McGivney  reunió en la iglesia St. Mary en New Haven a un grupo de hombres en su parroquia el 2 de octubre de 1881 y propuso que crearan una organización laica, con el objeto de evitar que los hombres  Católicos cedieran ante el acoso de grupos y sociedades anticatólicas, y de poder unir a los hombres en su fe y cuidar a las familias de los miembros difuntos.

El padre Michael J. McGivney

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Sus tareas y preparativos dieron fruto cuando el Estado de Connecticut aprobó el 29 de marzo de 1882 la creación de un grupo de ayuda fraternal, eran los Caballeros de Colón, su nombre se debe a honrar al navegante Genovés que trajo al nuevo mundo la fe católica.

Rápidamente la Orden de los Caballeros de Colón se extendió, primero por toda la Unión Americana, luego a Canadá, México y otros países como Panamá, Filipinas y Cuba.

La orden tenía como principios que guiaban su acción a La Caridad y la Unión, de manera posterior se añadieron primero la Fraternidad y luego el Patriotismo, para constituir los puntos cardinales que han regido la vida de la organización hasta nuestros días.

Fundación de los Caballeros de Colón en México

Nuestro país vivió la segunda mitad del siglo XIX con una serie de hechos y sucesos que provocaron un ambiente hostil, de violencia y desasosiego, con continuos conflictos, sociales, políticos y militares. Basta recordar todas las consecuencias que acarrearon la constitución liberal de 1857, la guerra de Reforma, el Imperio de Maximiliano, la República restaurada, la muerte de Juárez y la llegada al poder de Porfirio Díaz.

Durante los primeros años del porfiriato, (1876-1888), México se fue pacificando, porque en muchas partes había zonas de bandoleros, asaltantes y continuos levantamientos militares. De a poco Díaz fue tomando las riendas del país y un férreo control de la situación, bajo el lema positivista de Orden y Progreso,  el país empezó a vivir tiempos de paz, crecimiento y desarrollo; el gobierno de Díaz fomentó las inversiones del capital extranjero en los campos de las comunicaciones, de los ferrocarriles, del petróleo, de la minería, los textiles y otras áreas de la incipiente actividad industrial de México.

El ascenso de la élite gobernante a los privilegios del poder a fines del siglo XIX dio certidumbre a la creación de la ley bancaria, que unificó los criterios sobre los tipos y plazos de las concesiones otorgadas a los capitales extranjeros con anterioridad por los gobiernos estatales y el gobierno federal.  Estableciendo de manera clara y precisa el tipo de institución bancaria y sus facultades de operación que se podían implantarse en el país, como puede leerse a continuación.

“Después de un intento fallido en 1890, en 1896 el entonces ministro de Hacienda de Porfirio Díaz, José Ives Limantour inicia los trabajos para expedir una ley bancaria al amparo de la cual pudieran uniformarse los términos operativos y funcionales para los bancos que ya existían y para los que se establecieran en el futuro. Desde el punto de vista de la especialización para las instituciones, la Ley de Instituciones de Crédito que se promulgó en 1897 contempló tres modelos bancarios: bancos de emisión (bancos de depósito y descuento con facultad para emitir billetes), bancos hipotecarios y bancos refaccionarios”.

Con este panorama, a la llegada del nuevo siglo, una pequeña oligarquía gozaba de los privilegios del poder, mientras la gran mayoría del pueblo, padecía las condiciones de explotación y represión.

Las constantes reelecciones del dictador generaron una situación de hartazgo y de gran desesperación; la nación tenía un gran malestar y por ello surgieron huelgas como la delos empleados textiles en Veracruz y la de los mineros de Cananea,  La situación cada día más insostenible y el envejecimiento del régimen del propio Díaz originaban inconformidad y enfrentamientos constantes, siendo reprimidas de manera muy violenta.

Contexto Religioso

En el año de 1867 se fundó primero en la ciudad de México y luego en Puebla en 1869 y en Guadalajara en 1870 una agrupación llamada sociedad católica, cuyos fines eran llevar a cabo toda clase de obras de las que hoy llamamos “Acción Católica”, como; La fundación y el sostenimiento de escuelas, de hospitales, visitas a las cárceles y ayuda a los necesitados y en pobreza vergonzante, así como, las obras del servicio caritativo que la autoridad religiosa le encomendara. Una de las últimas realizaciones de esta agrupación fue la creación de las Escuelas Salesianas, cuando declino se trasformó en los llamados Círculos Católicos en la ciudad de México se estableció el círculo en 1880, en Puebla, en 1887, en Morelia, en 1892, en Zamora en 1898 y en Mérida 1899, estos tenían los mismos fines de asistencia social y religiosa, conservar y difundir la fe, así que una de sus principales acciones fue el Congreso Católico Nacional que se efectuó en la ciudad de Puebla.

Con la llegada del ferrocarril y de sus dirigentes también llegaron las narraciones de la nueva orden creada en los Estados Unidos, los Caballeros de Colón y es un ex ferrocarrilero quien junto a los miembros del Consejo supremo el que impulsó la fundación de estos en México. Bajo estas condiciones, se instaló el primer Consejo de los caballeros de Colón en México, con el número 1050 y el nombre de Guadalupe, era el año de 1905 y este consejo se ubica en la capital.

El primer Consejo Mexicano

El principal promotor de que los Caballeros de Colón se establecieran en nuestra tierra fue el General Juan B. Frisbie, así como el Caballero Supremo Edward L. Hearn quien autorizó la fundación el 8 de septiembre de 1905, y no solo eso, pues él y un nutrido grupo de caballeros vinieron a realizar las ceremonias del primero y segundo grados, llevándose a cabo el 18 de septiembre de 1905.

Fue hasta febrero  de 1906 cuando se ejemplifico la ceremonia de tercer grado, hecho con el que quedaba debidamente establecida la Orden de los Caballeros de Colón en nuestro país y se instalaba formalmente el Consejo 1050 Guadalupe de la ciudad capital.

Algunos de los miembros fundadores fueron: Enrique Carral, I. Illescas, Ramón Marrón, Manuel Mata, H. H. Morán, Florencio Ocampo, Isidro Reyna e Ignacio Sepúlveda, todos ellos mexicanos; entre los de origen sajón destacaban el General Juan B. Frisbie, primer gran caballero, su hijo, Juan B. Frisbie Jr., primer diputado territorial, y el segundo diputado territorial, Francis J. Kerford.

El Consejo 1050 Guadalupede la Ciudad de México, como una institución fraternal, inició la búsqueda de candidatos entre las organizaciones de la iglesia, las parroquias y los grupos de católicos para expandir a lo largo del país la caballería. Los siguientes consejos fueron: el Consejo 1891 Madre Santísima de La Luz en la ciudad de Puebla, fundado el 11 de febrero de 1918 con 27 miembros, siendo el licenciado Carlos Diez de Urdanivia su primer gran caballero; el Consejo 1902 Bartolomé de Medina en Pachuca, con 58 miembros, fundado el 30 de junio de 1918, cuyo primer gran caballero fue el ingeniero Francisco Hernández Romero.

Instalación del Consejo de Estado Mexicano

Luego de contar con tres consejos y con 860 miembros se pudo conformar el Consejo de Estado, ya que se cumplía el requisito de tres consejos y más de 400 miembros como mínimo, de acuerdo a la constitución, leyes y normas de la orden. Por tal motivo, el diputado territorial nombró como su representante a don Manuel de la Peza, quien asistió a la Convención Suprema de 1918. Ahí pidió la autorización para crear el Consejo de Estado Mexicano, que fue aprobada su fundación por los miembros del Consejo Supremo.

Habiéndose autorizado la creación del Consejo de Estado se procedió a reunirse en una Convención, donde los tres consejos eligieron al Diputado de Estado, Secretario de Estado, Tesorero de Estado, Abogado de Estado y Guardián de Estado, esta se llevó a cabo el 8 de septiembre de 1918 en la ciudad capital. En dicha convención fue elegido como primer Diputado de Estado don Manuel García Manilla.

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La Asamblea de Cuarto Grado Santa María de Guadalupe, se estableció en el año de 1918, a trece años de fundada la orden en el país, y fue también la primera fundada en México; el Primer Fidelísimo Navegante fue don Julián Sierra Domínguez y su primer Prior el revendo Padre Alfredo Escotti.

Otros Consejos

El 1062 Manuel Velázquez en La Barca;

El 2062 Santiago en Querétaro;

El 2081 Stella Maris en Tampico;

El 2101 Agustín de Iturbide en Aguascalientes;

El 2109 Francisco de Montejo en Mérida;

El 2312 Nuestra Señora de Monterrey en la ciudad de Monterrey;

El 17 de diciembre de 1922 se fundó el consejo 2419 Fray Alonso de Briones en la ciudad de Chihuahua

Fundación del Consejo 2101 Agustín de Iturbide en Aguascalientes

Don Ignacio Escoto, Capellán vitalicio del consejo 2101 narra en el número especial de febrero de 1975 del Consejograma los sucesos más importantes y trascendentes de la orden, desde su fundación en 1920 y a lo largo de su vida.

Las primeras noticias acerca de los Caballeros de Colón surgieron a principios de 1917, en la población de Encarnación de Díaz, Jalisco, lugar donde el señor canónigo había llegado como auxiliar en la parroquia. Fue ahí donde don José Villalobos Franco le hizo referencia de una hojita de propaganda católica llamada La Cruzque fue editada por el licenciado Carlos Salas López. Posteriormente se reunió con este en la Ciudad de México, donde le platicó todo lo relacionado con la naciente Orden de los Caballeros de Colón en México. Entusiasmados con la idea de establecer la caballería en nuestra ciudad, se propusieron organizarla invitando a decenas de personas hasta lograr reunir un número de doscientos aspirantes.

La Fundación

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El canónigo Escoto reunió a más de treinta candidatos, número similar al de los otros fundadores, congregándose todos en el antiguo colegio de las señoritas Rincón Gallardo (hoy Colegio de la Paz) en punto de las nueve de la mañana del día 28 de febrero de 1920. Ahí tomaron los primeros grados.

Los padres del consejo fueron el propio canónigo don Ignacio Escoto, el licenciado Carlos Salas López, don Rafael Arellano Valle (primer gran caballero y gobernador del Estado), el doctor Demetrio Rizo, J. Jesús Alba, Jesús Díaz Infante, el presidente municipal, Francisco Alba y don Antonio Morfín, entre otros. Con ellos a la cabeza inició la caballería en Aguascalientes, hecho que marcó a la sociedad hidrocálida, dada la relevancia que con los años habría de tener esta organización, que significó un gran apoyo para la Iglesia, para la jerarquía y para los católicos practicantes, que encontraron en ella un baluarte en para su fe.

Los primeros frutos

Algunos de los primeros logros del nuevo consejo fueron, por ejemplo, la instalación de la Adoración Nocturna, mérito que correspondió a don J. Jesús Alba.

Durante la rebelión delahuertista, los caballeros y el comité de la Encarnación acordaron formar, junto con el presidente municipal y también caballero de Colón, don Francisco Alba, un grupo de defensores armados para cuidar el buen orden y evitar alborotos en la población. Para tal fin fue nombrado el comerciante Francisco López como principal responsable, consiguiendo un éxito total en su encomienda.

Caballeros de Colón colaboró con la iglesia en la organización de las agrupaciones sindicales, según lo dispuesto por León XIII, fundando la Confederación Nacional Católica del Trabajo y de manera paralela participando en el Primer Congreso Nacional Obrero. Esto fue, por así decirlo, el origen otros grupos y asociaciones sindicales, permitiendo victorias laborales como la creación de Los Estatutos del Sindicato de Campesinos de la Encarnación, que fueron el resultado del diálogo iniciado por la confederación.

La persecución religiosa y los años aciagos

El licenciado Carlos Salas López fue el fundador del Círculo Católico de Aguascalientes e impulsor del sindicalismo católico. Llegó además a ser el presidente del Partido Católico Nacional y promotor de las asociaciones mutualistas; además fundador de la caja de ahorro La Popular. Sin embargo, su participación definitiva en contra del gobierno federal tuvo lugar la tarde del 28 de marzo de 1925, cuando el grupo de cismáticos creado por el General Plutarco Elías Calles pretendió apoderarse del templo de San marcos, edificación que los católicos resguardaron para no permitir el robo de las hostias consagradas. Ahí hubo un enfrentamiento que tuvo como saldo dos muertos, así como la aprehensión del licenciado Salas y otros acusados de amotinamiento, aunque quedaron en libertad poco tiempo después. Por tal situación citó lo siguiente:

“Cuando el gobierno mexicano comenzó a aplicar las medidas anticlericales de su Constitución de 1917, los Caballeros respondieron como un solo hombre. Durante los días más aciagos de la persecución religiosa, cuando numerosos sacerdotes, religiosos y laicos católicos fueron exiliados o asesinados al prohibirse el libre ejercicio de la religión, la Orden desplegó una campaña de información pública, esfuerzos diplomáticos y ayuda caritativa para los refugiados, entre otras acciones; incluso el Papa Pío XI, en su Carta Apostólica de 1926 sobre la persecución de la Iglesia en México, alabó la labor incansable de Caballeros.

La Guardia Colombina

Doy paso a la siguiente cita que por su importancia e interés dejo tal cual:

Los caballeros unidos por un milagro, sucedió en la vieja casa de la calle Nieto y Galeana, (Hoy Hotel Reforma) cuando se llevaban a cabo unos ejercicios espirituales; Estando oficiando la misa el padre Alberto Diez de Urdanivia S. J. y sirviendo de acólito Don Jesús Díaz Infante estos ojos vieron que en el fondo del cáliz había lo que perfectamente se distinguía, como un coagulo sanguíneo, testigos de este hecho fueron los hermanos, licenciado Carlos Salas López, José M. Álvarez Tostado que era el Gran Caballero, Maximino Jara y alguien más.

Este milagro fue narrado de manera magistral e histriónica por don Gustavo Leal quien se conmovía hasta las lágrimas; don Jesús Díaz Infante le entregó en 1950  una carta dando testimonio de dicho suceso y firmándola, siendo don Gustavo celoso guardan de la misiva.

A raíz de este acontecimiento se Instituyó en su memoria la guardia colombinacomo propuesta de Carlos Salas López, que consistía en que al menos un miembro de la caballería comulgara diariamente con la intención de que buscara el bienestar de la agrupación, del Consejo y de sus familias. Esta iniciativa fue aceptada posteriormente por el Consejo de Estado y prevaleció para toda la orden de caballeros de Colón.

Durante la persecución religiosa, los Caballeros hospedaron al señor obispo y sus oficinas en sus instalaciones, cuando el edificio de éste, ubicado en Juan de Montoro, a un lado del hotel Señorial, fue desalojado de manera violenta. Los Caballeros tuvieron que enterrar los archivos durante 3 años, provocando que éstos se hicieran polvo, perdiéndose información tan valiosa, como la lista de los 200 fundadores y las primeras actas.

La asamblea de Cuarto Grado

En épocas pasadas, el Cuarto Grado de México dependió de la Provincia de Guadalupe, en el sur de Los Estados Unidos, pero desde agosto de 1965, México formó la Provincia de San Felipe de Jesús. Al terminar la persecución, el consejo se reorganizó y trabajó afanosamente para formar la asamblea de Cuarto Grado, el grado del Patriotismo. La ejemplificación que fundó la Asamblea se efectuó en marzo de 1932. Los primeros equipos fueron proporcionados principalmente por Carlos Salas López, patriarca del consejo, don Pomposo Torres y otros. La Asamblea 422 Generalísimo Agustín de Iturbide se instaló de manera oficial en julio de 196 en la Provincia de San Felipe de Jesús, y pertenecía al tercer distrito. Algunos de sus Fidelísimos Navegantes fueron don Gustavo Leal, don Jesús Madrigal, don Fernando Neri Carlos, don Nemesio Venegas, don Alfonso Sánchez, don Antonio López Cervantes, don Jesús Rivera, Agripino Navarro, entre otros. 

Escudo de la asamblea de Cuarto Grado

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Ceremonia de instalación de funcionarios de la Asamblea de Cuarto Grado del Consejo 2101 Generalísimo Agustín de Iturbide, Don Bernardo Rodríguez Fidelísimo Navegante, C. P. Héctor Anaya Mariscal y sentado Héctor Francisco González Mora.

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Funcionarios de la Asamblea de Cuarto Grado ejercicio social 1986-1987, Arriba de izq.  Derecha, don Nemesio Venegas, don Alberto Domínguez, don Bernardo Rodríguez, Fidelísimo Maestre, Padre don Jesús Durón, Padre Prior vitalicio, padre don Adrián Luévano, don Fernando Neri y don Luis Velarde, abajo, don Javier Macías, don Rogelio Cruz, don Juan Comte, don Rafael Palos, C. P. Don Manuel Ibarra, don Jesús Velázquez y don Agripino Navarro.

Ceremonia del Cáliz

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"La Asamblea de Cuarto Grado Nº 422 Generalísimo Agustín de Iturbide” de Caballeros de Colón realizó su tradicional Ceremonia de Cáliz, durante la cual se rindió homenaje póstumo a los hermanos Carlos Duardo Martínez, Pbro. José de Jesús Durón Padilla, José Gutiérrez López y Daniel Macías Padilla” 30/11/2012.

Las bodas de Plata

El señor Obispo López y González estaba atribulado porque el seminario no tenía una sede y casa. Sin pensarlo mucho, los Caballeros le ofrecieron su casa social, en la esquina de Nieto y Galeana, y fue así que la casa del consejo albergó el Seminario y la Mitra. Entre aquellos estudiaban estaban el canónigo Porfirio Alba, el Sr. Cura Rodríguez y el padre Tavares, teniendo que vagar por algunos domicilios y barrios. Para celebrar sus bodas de plata, en febrero de 1945, en un corral de la calle de Primo Verdad, el padre Aguilera se dio a la tarea de levantar paredes, techar con bóveda, etc. Con el fin de tener una cámara digna y amplia para dicha celebración, enfrente del colegio donde nació el consejo 2101.

Esa finca era la residencia del Dr. Cabrera, que es hoy en día un estacionamiento. En gratitud a este acto, la Asamblea otorgó al padre Aguilera una medalla. Poco antes de morir éste se la entregó al licenciado J. Jesús de la Torre, quizás con la intención de que quedara en manos de algún caballero. A su vez, éste la donó al consejo, con el propósito de que llegara a manos del miembro que hubiera servido con más abnegación cuando el Consejo cumpliera sus bodas de oro. Así, se le otorgó al hermano Ángel García Pérez y, posteriormente, se instituyó esa medalla con el nombre del Presbítero J. Guadalupe Aguilera.

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Don Ángel García Pérez primero en recibir la medalla que le fue dada al padre Aguilera.

Miembros distinguidos

Otros miembros distinguidos de la Orden son: Don Casimiro García Romo, don Pascual Rodríguez Mayorga, don Severino Guerrero, don Manuel G. Morfín, Don Emilio Berlie, don José Ramírez, don Eduardo  Macías Valadez, don Alfredo Comte Rodríguez, don J. Jesús Valle, don Antonio Salazar G. don Luis Nieto,  el Lic. Jesús A. De La Torre, don Rafael Salado, don Emilio Pérez, el Dr. Don Raúl Aguilera E. don Manuel Valdez, don Manuel llamas, don Felipe López Díaz, don Carlos Giacinti López, don Armando Morfín, don Vicente Leal, don Ramón Cordero, don Salvador López M.,  los hermanos Vicente y Salvador Leal, Lic. Don Carlos Salas Calvillo, don Jesús Valdivia, don Eugenio Guerra, don Elías Martínez Morones, don Rafael Martín Montoya, el Ing. Carlos Ortiz, don Enrique García Pérez, don Gauderio Delgadillo, don Salvador Villalpando, don Ramón Hernández Moreno, Don Miguel De Alba, don Ricardo Pasillas Q., don Juan González de Luna, el Dr. Demetrio Rizo, don Jesús Díaz Infante, don Pomposo Torres,  don Francisco Ruiz Silva, don Adolfo Torres Serrano y el Dr. Shadi, entre otros.

Cambio generacional y otras actividades

La organización siguió creciendo y renovándose con la entrada de los jóvenes Anselmo López, Carlos Salas Calvillo, Ramón Hernández, Miguel De Alba Jiménez y muchos otros. En la búsqueda de la consolidación definitiva, en la institución se iniciaron los preparativos para formar la organización juvenil de los Escuderos de Colón. Por tal motivo se consiguió el local donde actualmente está el edificio de los maestros o el S.N.T.E., a un costado del jardín de San Marcos. Cuando la necesidad de unas monjas apareció, y el consejo les cedió dicho local para instalar su colegio, se les dotó de muebles y se pagó el alquiler durante dos años de lo que es ahora conocido como el colegio Cristóbal Colón, posponiéndose la fundación de los escuderos para una fecha posterior.

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