- El juez federal de la causa también le suspendió sus derechos políticos y civiles
- En su versión se dijo engañado por su inexperiencia porque solo tenía 17 años de edad
Aguascalientes, Ags.- 10 de febrero de 2017.- (aguzados.com).- El presidente municipal de Calvillo, Adán Valdivia López, fue sentenciado por el Juez Sexto de Distrito en Procesos Penales Federales de la Ciudad de México, a cuatro años de prisión y al pago de una multa de once mil 964 pesos, al encontrarlo autor material del delito de uso de un documento apócrifo, detallan los diarios Norte Digital de la fronteriza Ciudad Juárez y Reforma, en sus ediciones de este día.
Obra en autos contenidos dentro del proceso penal federal que enfrentó desde el año 2000, que el 30 de junio de ese año, Valdivia López adquirió en la cantidad de cinco mil pesos, un certificado falso de instrucción Media Superior (bachillerato), expedido por la Dirección General de Educación y Servicios Sociales del Estado de Zacatecas, con intenciones claras de usarlo para continuar sus estudios de licenciatura en la vecina Aguascalientes, de acuerdo a lo asentado en las diligencias que realizara la Procuraduría General de la República (PGR), quien así lo informó, avalada su versión por el Poder Judicial de la Federación.
El certificado falso de bachillerato que usara el munícipe calvillense para lograr su objetivo, le acreditaba estudios y calificaciones que se le expidieran en la Escuela Preparatoria Colegio de Bachilleres, plantel 11 Zacatecas, en el periodo lectivo 1996 – 2000.
Además para que tuviera visos de autenticidad, el documento lucía las firmas del director de la escuela, José Luis Rosales; del subdirector secretario, Eleuterio Vázquez; del director de Educación y Servicios Sociales, José Gutiérrez Vázquez y por el Jefe del Departamento de Educación Media Superior, José Manuel Hidalgo Bañuelos.
A la indagatoria solicitada por voces anónimas en ese entonces, peritos federales adscritos a la PGR, solicitaron y obtuvieron las copias simples de lo actuado por el representante social de la Federación y determinaron, a su leal saber y entender, que el certificado de bachillerato que amparaba tales estudios a Adán Valdivia López, era falso.
Ese dictamen fue avalado en tiempo y forma por el Jefe del Departamento de Evaluación Educativa del Colegio de bachilleres de Zacatecas, quien al ser requerido por la justicia federal para rendir su versión del asunto, dejó asentado en el expediente del caso – y por escrito – que el documento escolar contenido dentro del legajo judicial, no pertenecía a sus subsistemas educativos, ni tenía el mismo formato.
Aparte que las asignaturas que avalaban a Valdivia López como bachiller egresado de esa institución educativa, no correspondían al plan de estudios que en el 2000 se ofrecían a los educandos; que el documento carecía de la firma de validez del director de la escuela y de paso, que el sello oficial de la institución, era diferente al original.
En cuanto Valdivia López conoció la decisión del juez de la causa, interpuso el recurso de apelación ante el Primer Tribunal Unitario Penal, allá en la Ciudad de México, bajo el número de expediente 24/2017, con la esperanza de que los magistrados analicen a fondo el proceso que se generó “por su inexperiencia escolar” y le revoquen la pena privativa de libertad que le fuera impuesta o cuando menos la modifiquen, para saldar su deuda con la sociedad con trabajo comunitario, pero extra muros carcelarios.
Al responder los cargos que enfrentó, Valdivia López, afirmó que abandonó sus estudios de bachillerato en el cuarto semestre, movido por la idea de “alcanzar el sueño americano”, sin que le importara nada más que conseguir esa meta.
Señaló que regresó a México en octubre de 1999 con la idea de terminar sus estudios de educación media superior, trasladándose a Zacatecas, donde conoció a un individuo que le aseguró era el director de una escuela de bachillerato, que le podía solucionar su problema escolar a cambio de cinco mil pesos, vía la revalidación de materias, sin necesidad de que tuviera que “cursar el ciclo lectivo en su totalidad”.
Aseguró que tal ofrecimiento cumplía con sus expectativas de recuperar el tiempo perdido en la escuela “y que dada su inexperiencia en este tipo de asuntos, cayó fácilmente en el engaño, porque en aquel año 2000 contaba con apenas 17 años de edad”.
Tales argumentos de pretendida inocencia no fueron admitidos por el juez de la causa, en virtud de que comprobó que Adán Valdivia López, ya en edad adulta, usó el falso certificado de bachillerato para estudiar una licenciatura en una universidad de la entidad y luego de corroborar que actuó con dolo, el magistrado que lo procesó también le suspendió sus derechos políticos y civiles, aun cuando esto último no se le hará efectivo hasta que la sentencia le sea resuelta en la última instancia judicial a la que recurra.
Sin embargo, aun cuando el presidente municipal del Valle del Huejúcar perdiera todos los recursos legales que interponga para eludir la acción de la justicia, gozará de los beneficios de la condena condicional y de la sustitución de la pena privativa de libertad en muros carcelarios, por trabajos a favor de la comunidad, en virtud de que incurrió en la comisión de un delito considerado como NO GRAVE, según se asienta en la resolución judicial federal.
Ignoro el Asunto
Sobre el particular y en entrevista colectiva, al concluir el homenaje póstumo que se le rindiera el ex presidente municipal, Héctor del Villar Martínez, recientemente fallecido, el gobernador Martín Orozco Sandoval, a pregunta expresa dijo: “no tengo datos al respecto, tendré la próxima semana una reunión con él y ya podré emitir alguna información y algún comentario de eso”.
Enseguida se le cuestionó como panista que comentario le merecía la falsificación de documentos que hizo Adán Valdivia López y refirió que: “no puedo opinar de ese tema porque no lo traigo, voy a platicar con Adán, no quiero irme con los comentarios de uno y de otro, hablaré personalmente con él”, con lo que concluyó la breve entrevista con los representantes de los medios informativos.
{ttweet}