- Mueren nueve vacas más en el Valle del Huejúcar
- Pero no por la ingesta de la pollinaza contaminada
Alfonso Morales Castorena
Calvillo, Aguascalientes.- 6 de julio de 2016.- (aguzados.com).- Nueva alarma de contingencia vacuna provocó la muerte de al menos una decena de animales de engorda ocurrida en los últimos días, cuya causa se estimó de inicio como un evento residual de la ingesta de pollinaza contaminada con toxinas butólicas y plaguicidas a base de químicos órgano-fosforados, que las autoridades agropecuarias de la congregación intentaron ocultar para provocar el pánico generalizado en la comunidad, según argumentaron.
A la intervención de las autoridades sanitarias de la población, se estableció que de la decena de reses muertas, solo una de ellas, que había sido recibida en el rastro municipal para la matanza como ganado en pie – aparentemente – cayó por el efecto residual de la pollinaza y en cuanto se le detectó, se le llevó a sacrificar a la fosa séptica cavada para el efecto, sus vísceras se enviaron a estudios de laboratorio para conocer la causa de su muerte y el resto del cuerpo se enterró, para acabar con el problema de inmediato.
El resto de las vacas que murieron, según informaron las autoridades sanitarias, cayeron por afectaciones diversas que no les fueron detectadas a tiempo y por consecuencia carecieron de la atención veterinaria del caso y cuando sus propietarios reaccionaron, ya solo quedaba esperar la muerte del animal.
Entre esas causas, señaló el veterinario del rastro municipal Miguel López Torres, se cuentan la asfixia que sufre el animal provocada por la ingesta de pelotas de regular tamaño, de suelas de hule, de alambre que se encuentra enredado o tirado en el pasto que trisca y que al pasar a su organismo, se convierte en una aguja letal que le afecta el hígado y le causa sangrado interno, entre otras muchas más, dijo.
El profesionista afirmó que la muerte de esos nueve animales no podía ser atribuible a la ingesta de la pollinaza contaminada porque el poder residual de evolución de los químicos órgano-fosforados que contenía es de cuatro a siete días y la mortandad masiva de reses ocurrió durante las dos primeras semanas del pasado mes de junio, lo que confirma que en ese lapso hizo efecto el veneno que tragaron.
Confirmó que el censo que se integró por la mortandad vacuna, suscribió la caída de mil 210 reses muertas por el consumo de la pollinaza contaminada, aún cuando por el cambio de temporada otros rumiantes han fallecido por causas diferentes, como ocurrió con 700 animales que murieron durante el periodo de la contingencia, pero que por estudios de necrología realizados en sus cadáveres no estaban relacionados con el siniestro que devastó los hatos, lo contrario el número de muertes por ese hecho, sería de más de dos cuadrúpedos, lo que en realidad no es así, dijo.
Y al igual que señalaran Ernesto de Lucas Palacios, delegado de SAGARPA y José Pilar Moreno Montoya, titular de SEDRAE, explicó que la granja probable responsable de la distribución de la pollinaza contaminada, propiedad de Jesús Gutiérrez Martín del Campo, está en cuarentena y toda actividad mercantil suspendida, hasta no conocer la calidad de supuesto complemento alimenticio que comercializan.
En ese periodo de cuarentena y por intervención de las autoridades del ramo, los afectados esperaran alguna compensación por las pérdidas económicas que sufrieron por el envenenamiento de sus cabezas de ganado, como también están esperanzados en que tanto la SAGARPA como la SEDRAE , a través del Centro de Coordinación y Promoción Agropecuaria (CECOPA), les brinden los apoyos que les negaran la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) y el Sistema Nacional de Identificación Individual Ganadera (SINIIGA).
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