- Existe una amplia propuesta de actividades para acercarse al maravilloso mundo de la lectura
Aguascalientes, Ags, 30 agosto 2015.- (aguzados.com).- El Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA), invita a acercarse al Pabellón “Antonio Acevedo Escobedo” para disfrutar de las diferentes actividades en torno a la lectura y la literatura.
Entre las actividades del Pabellón están de las lecturas mensuales tanto de creadores en su propia voz como de lecturas monográficas. Además dentro del Pabellón se suelen realizar actividades en las que los becarios del PEDCA ofrecen al todo el público el resultado de su trabajo.
Antonio Acevedo Escobedo fue uno de los más sobresalientes escritores, periodistas y críticos literarios que haya nacido en Aguascalientes durante el siglo XX. Vio su primera luz el 23 de enero de 1909 y murió en la ciudad de México el 4 de febrero de 1985.
Desde pequeño mostró inclinación por el mundo de las letras, lo que lo llevó a trabajar como tipógrafo a la edad de 11 años. A los 16 se trasladó a la ciudad de México, en donde inició una larga y fructífera carrera literaria, la cual comenzó como colaborador de José Vasconcelos en la publicación del periódicoLa Antorcha.
Desde entonces escribió en los principales diarios del país, como El Nacional, Excelsior y El Universal Ilustrado. También participó en revistas como Arquitectura, Artes del Libro y Revista de Revistas. En 1959 fue nombrado director del Departamento de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, cargo que desempeñó hasta 1971 y desde el cual realizó una importante labor editorial. Fue también miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua y titular del Seminario de Cultura Mexicana.
Su obra literaria es muy abundante y comprende géneros tan variados como la poesía, el teatro, el ensayo y el cuento. Algunos de sus libros más importantes –que se pueden consultar en la biblioteca del Archivo Histórico del Estado— son: Sirena en el aula (1935), ¡Ya viene Gorgonio Esparza! (El matón de Aguascalientes) (1944), Los días de Aguascalientes (1952), El azufre en México (1956) y la antología Letras sobre Aguascalientes (1963).
Antes de morir donó al Instituto Cultura de Aguascalientes su biblioteca particular, que constaba de más de 15 mil ejemplares y con la cual se conformó el pabellón que lleva su nombre, ubicado en una sala anexa a la biblioteca Enrique Fernández Ledesma, en el edificio de la Casa de la Cultura.
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