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Los productores de teatro, en caída libre

  • La organización de productores teatrales privados y las autoridades sostienen cordiales reuniones en busca de una salida para enfrentar las pérdidas, pero sin encontrar ninguna
  • Y al no existir para ese rubro un fondo de recuperación –como en ciertos países desarrollados–, asoma ya el fantasma de abandonar la actividad
  • Si en México se reabren los espacios en octubre o noviembre, como se vislumbra, sería demasiado tarde, explican los miembros de Teatromex

Ciudad de México.- 14 de julio de 2020.- (aguzados.com).- Tina Galindo, Alejandro Gou y Guillermo Wiechers, presidenta y consejeros de la Sociedad Mexicana de Productores de Teatro (Teatromex), respectivamente, padecen pérdidas económicas “muy fuertes” por el cierre de los espacios teatrales, están arriesgando su propio patrimonio y no saben para cuándo y bajo qué condiciones serán abiertos.

Con una larga trayectoria, Tina Galindo –quien suspendió las funciones de la comedia musical “Sugar”, que produce con Claudio Carrera y Alejandro Gou– relata que Teatromex se ha reunido virtualmente con los secretarios de Cultura y de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, José Alfonso Suárez del Real y Fadlala Akabani Hneide, respectivamente, así como con el presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, Sergio Mayer Bretón, entre otros, “buscando un esquema positivo para regresar al teatro”. Igualmente se envió una carta al titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo.

La administradora del Teatro Insurgentes con Carrera señala que el organismo se apega al semáforo de la pandemia, “pero no se puede sostener una producción con menos de 60% del aforo, como se propone”.

Wiechers a su vez –quien en alianza con Gou fueron responsables de la reposición de La Señora Presidenta y tuvieron que suspender Jesucristo súper estrella y Hoy no me puedo levantar–, platica inquieto:

“Se menciona que los teatros podrán abrir con el 25%, y francamente es un esquema con el que perdemos, porque los productores que pertenecemos a Teatromex, fundada en los años setenta por Manolo Fábregas, Silvia Pinal y Alejandro Gertz Manero somos la iniciativa privada de las artes escénicas en México, y sólo podemos pagar la nómina a partir de lo que recaudamos en taquilla… No vivimos de becas ni subvenciones ni subsidios, sino de la gente que se anima a invertir en un boleto.

“Naturalmente le hemos hecho saber a las autoridades que se acatarán los plazos y las medidas que dispongan: el cubrebocas, el gel antibacterial y las señalizaciones para respetar la sana distancia en áreas como bares, dulcerías y el lobby.

“Se ha hablado de que tenemos que desinfectar nuestros teatros tres veces durante cada jornada laboral: antes, durante y después de la función. Aquí para nosotros viene una hemorragia importante para la billetera, porque no se trata de desinfectar únicamente las butacas o el lobby, sino igual las zonas que no conoce el público, como el foro, el telar, los camerinos, y todo eso estamos dispuestos a acatarlo.”

El también productor de ¡Yo madre, yo hija! con Susana Alexander, Yo soy mi propia esposa con Héctor Bonilla y El Chofer y la Sra. Daisy con María Rojo, entre otras, subraya que “no se trata de declararnos un oficio de primera necesidad a los servicios culturales, como ocurre en Alemania y Francia, para poder tener acceso a un fondo de rescate económico, pero aquí miles de familias viven de la actividad teatral”.

En cada compañía de los citados musicales que produce emplea de manera directa a 115 personas (entre cantantes, bailarines, actores y músicos), sin tomar en cuenta empleados indirectos, acomodadoras, gente de vigilancia, limpieza y estacionamiento.

La visión extranjera

Cuenta que el Consejo Consultivo de Teatromex al que pertenece (Morris Gilbert, Sergio Gabriel, Rubén Lara, Jorge Ortiz de Pinedo, Gerardo Quiroz, Juan Torres, y los mencionados Carrera y Gou) se comunican todos los días, al igual que Galindo y Tito Dreinhüffer –director general del organismo– para elaborar un plan de reapertura para el teatro.

La noticia del pasado 29 de junio en la que Broadway, el emblemático distrito teatral de Nueva York, informó que abrirá hasta el 2021 alteró más a los productores mexicanos.

“Es muy duro porque el panorama no es nada alentador”, agrega Wiechers, quien en 2011, junto con Juan Torres, se convirtió en el primer productor mexicano en llegar a Broadway con la reposición del musical Godspell, en el Teatro Circle in the Square.

Recuerda que este 1 de julio, en Londres, Andrew Lloyd Webber, el célebre productor de musicales, elaboró una presentación de José, el soñador con medidas sanitarias y tecnología que importó de Corea del Sur:

“Colocó una cámara térmica a la entrada del recinto por el lado del público y otra por el lado de la entrada del talento. Se cambiaron absolutamente todas las manijas de las puertas de su teatro con un material que entiendo es plata ionizada, que es mucho más agresiva en cuanto al control de gérmenes, en fin, pero en Londres se escucha lo mismo, que posiblemente también las actividades escénicas se reanuden hasta enero del año entrante.”

Cuenta que su colega Gilbert compartió con ellos una nota de hace dos meses de un productor argentino, “donde expresaba que todos los que trabajamos en el teatro teníamos que entender que este 2020 laboralmente se había terminado en marzo pasado”.

Dice que ha subrayado ante las autoridades en las reuniones virtuales el ejemplo de Israel como la propuesta mejor calificada para reabrir los teatros: prohíbe la venta de boletos en una taquilla o por teléfono, sólo se adquieren por internet, y se despliega así el sistema de “cápsulas”:

“A cada reservación le llaman cápsula. Si son tres o siete personas las que hacen la reservación y son familia, no hay razón para separarlas. Lo que hace el mapa de la computadora cuando se registra la venta de una cápsula es que bloquea cierto número de butacas aledañas; entonces la separación se realiza por grupos humanos o por cápsulas en lugar de dividir por butacas individuales o butacas dobles.”

Si en México se implementa el modelo de Israel, resume, los centros podrían operar hasta en 75% de su capacidad.

Resistir, pero no tanto

–¿Qué dicen las autoridades?, se le interroga al realizador de Un momento de teatro para Aristegui en Vivo.

–Entendemos que las autoridades no nos pueden dar la respuesta que a nosotros nos gustaría escuchar. Hace más o menos cuatro semanas nos enviaron una guía que proponen dos dependencias del IMSS. Le enviamos una carta a Zoé Robledo, explicándole con respeto que había unos lineamientos que considerábamos que no eran viables. Por ejemplo, levantar obras con no más de dos o tres actores en escena. No se considera al teatro musical, pero ya no se pudo contactar porque le diagnosticaron covid-19.

“No queremos ser inoportunos. Estamos muy conscientes de que la prioridad en este momento es preservar la vida, preservar la salud, y en algún momento sabemos que seremos tomados en cuenta. Lo único que pedimos es no ser relegados al final. Queremos que se nos conceda la misma importancia de los hoteleros y los restauranteros.”

Con más de 100 producciones teatrales y director del Teatro Aldama, del Centro Cultural Teatro 1 y del Centro Cultural Teatro 2, Alejandro Gou manifiesta a Proceso “que si el teatro ya se encontraba en terapia intensiva debido a los impuestos que nos cobra el gobierno, ahora con la pandemia estamos en estado agónico”.

Agrega mortificado:

“Nos encontramos en semáforo naranja, luego vienen el amarillo y el siguiente es el verde, eso significa que podríamos abrir en octubre o noviembre próximos. Serán ocho meses y medio sin teatro. Además, tengo tres teatros y debo seguir pagándole a todos los empleados y pagar mantenimiento, luz, agua, seguros, todo. Nos hallamos en un momento muy trágico, bueno, en todos los rubros, pero a nosotros nos toca hablar del teatro.”

–¿Qué pasaría si en México abren los teatros hasta el año que viene, como en Broadway?

–Nos dedicaríamos ya a otra cosa, porque ya no podríamos aguantar más. Los que estamos bien posicionados entre comillas, poseemos un colchón, pero no tanto. Las autoridades nos han escuchado, sí, pero no nos han ayudado, definitivamente. Sólo nos dan vueltas y vueltas. Deben salvar vidas, pero he leído que en Alemania, Inglaterra, en varias naciones con el fondo de recuperación apoyan a los empresarios, y aquí no vemos claro.

A su vez, Tina Galindo enfatiza que existe mucha confusión e incertidumbre:

“Estamos tristes, unos productores mencionan que mejor buscarán realizar otra cosa. Incluso, en los últimos años ya contábamos con menos espectadores. Así que debemos reenfocar todo.”

Gou termina:

“Se está desmantelando el Julio Jiménez Rueda, pero quizás ocurra lo mismo con más teatros.” (Con información de Apro)

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