- La alimentación debe ser completa, equilibrada, suficiente, variada, adecuada e inocua, es decir higiénica.
Aguascalientes, Ags., 20 de abril de 2015.- (aguzados.com).- En México una de las causas más importantes de enfermedades ocurridas en la niñez, son los microbios o parásitos trasmitidos a través del consumo de agua y de alimentos contaminados, informó la titular del Área de Nutrición del Instituto de Servicios de Salud (ISSEA), Magali García Gómez.
Añadió que los alimentos contienen sustancias básicas para conservar la vida y la buena salud, pero la falta de higiene en su manejo y mala preparación los convierten en un medio para trasmitir enfermedades, que incluso pueden llevar hasta la muerte.
En la población los hábitos o tradiciones alimentarias frecuentemente se basan en conocimientos adquiridos por experiencia y costumbres, trasmitidos de generación en generación, pero de una forma muy rudimentaria o de manera tradicional, sin guardar las elementales medidas de higiene, señaló.
Además, agregó García Gómez, los hábitos alimentarios de la familia son influidos por varios factores; la disponibilidad de alimentos, las costumbres que están presentes en la población que van desde la manera de seleccionarlos, lavarlos, prepararlos y hasta su consumo, determinando esto si la comida es beneficiosa o dañina para el organismo del consumidor.
La funcionaria estatal explicó que el proceso de dieta correcta debe de ser un régimen donde la alimentación sea completa, equilibrada, suficiente, variada, adecuada e inocua, es decir higiénica en todos sus aspectos.
Por ello para evitar que la comida cause enfermedades, es recomendable observar las siguientes medidas de higiene y hacer de ellas un hábito en la vida diaria: lavarse las manos con agua y jabón, antes de preparar y consumir los alimentos.
Hervir durante tres minutos el agua para beber; lavar y tallar con agua limpia las verduras y frutas, sobre todo las de cáscaras duras y gruesas, desinfectarlas durante veinte o treinta minutos, limpiar cuidadosamente los granos y semillas secas, como el arroz y el frijol, además de lavarlos muy bien con agua y jabón.
Y finalmente consumir los alimentos inmediatamente después de cocinarlos, de no ser así, mantenerlos en refrigeración o en un lugar fresco y seco, guardados dentro de recipientes limpios y perfectamente bien tapados para que no se contaminen.
Para concluir García Gómez mencionó que es importante que la población siga estas recomendaciones, para que los alimentos estén libres de microbios y el organismo, aprovechando todo los nutrientes que tienen, conserve la salud de las personas.
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