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La pandemia también dejó trastornos emocionales

 

  • Evidenció la vulnerabilidad de la salud física y mental del género humano

Guadalajara, Jal, 06 de diciembre de 2022.- (aguzados.com).- La pandemia causada por el Covid-19 fue una sacudida en la vida de la humanidad. Demostró que no todo lo que hacíamos o creíamos que era correcto. Demostró la vulnerabilidad de las personas en el tema de salud física y mental y que en realidad no se tiene el control de la vida como se cree ya su vez todo está conforme por ciclos.

La pandemia y sus efectos serán uno de los temas de análisis más comunes y estudiar en los años venideros, un suceso inolvidable por decirlo de una manera, y es que los alcances de la existencia humana fueron dañados por este virus al punto de que aún muchas de sus consecuencias se sufren en la economía, educación y salud tanto mental como física.

Así lo mencionan expertos en psicología y educación en el Panel “Implicaciones y efectos de la pandemia en nuestras vidas” organizado por la Dirección de Asistencia Social de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).

El panel que se realizó en el Aula Magna de la UAG reunió a expertas como Martha Iveth Flores Aceves, psicóloga de la Dirección de Asistencia Social; María del Rocío Reyna Camarillo, directora del Colegio Lomas del Valle, y Sandra Guadalupe de la Torre Bueno, psicóloga y tanatóloga.

La moderadora fue Nedelka Escala Pacheco, titular de la Dirección de Asistencia Social, quien compartió con las expertas invitadas una visión ya su vez un recuento de lo que la pandemia se llevó y nos dejó.

Educación y ruptura familiar

Las afectaciones son palpables y es que el entorno familiar y sus realidades fueron uno de los ejes más afectados para la sociedad. A ello le siguió la percepción de la realidad y vulnerabilidad humana y después apuntaron a la educación.

“Para los estudiantes la pandemia fue una prueba. La pandemia fue un examen del cual aún no salimos, pesadilla de todos en el mundo todavía. Muchos niños no conocieron a sus maestros, las horas académicas fueron transformadas. Los niños que la sufrieron perdieron su relación con otros y esto alteró, resultó su capacidad para socializar con otros. También hubo un punto positivo, la capacitación, ya no era un lujo, se volvió una necesidad estar preparada”, apuntó Reina Camarillo.

Un punto positivo, dijo, fue que gracias a la pandemia se previno que las personas tomaran en cuenta la importancia de la vida y creciera su percepción de riesgo, el miedo a la muerte y de lo “qué puede pasar”.

Por otro lado, Flores Aceves manifestó que la “tormenta de la pandemia” dejó “destrozos” profundos: enfrentó a familias, las rompieron en muchas ocasiones.

“Hubo pérdida, divorcios, reajustes, separaciones. Forzó la independencia individual y la dependencia, renuncia a empleos. La normalidad, lo que dábamos por sentado, lo que pensábamos que estaríamos ahí afuera al salir, dejamos de ser”, apuntó.

Doloroso regreso

Lo que se conoce como el “regreso a la normalidad” obligó a percatarnos de la vida y replanteó para muchos el reto de apreciar lo que los rodea y quienes eran o su papel en el mundo y en el de otros.

Por otro lado, las que se conocían como “restricciones” (no tocar a otros, usar cubrebocas, no compartir objetos y más) dejaron una marca en las personas y provocando la formación de una generación desvinculada de la educación, atención y afectación de la Enseñanza entre alumnos y maestros.

También hubo una relajación intelectual de valores y hábitos, una desvinculación física, a su vez, pero Flores Aceves dijo que estas cicatrices se borrarán con el tiempo ya que cada vez se ve más consciente de la importancia de generar lazos, volver a abrazarse y convivir

El regreso a las relacionarse de manera física ha sido con miedo, añadió, por su parte, De la Torre Bueno, otro elemento que subrayó sobre los cambios y descubrimientos que trajo la pandemia fue la fuerza y ​​capacidad de ser resilientes tanto de niños como de adultos.

“El regreso a la rutina fue un desafío, otro examen sorpresa, con trastornos de ansiedad, poca capacidad para relacionarse, descuidos, no obstante, con una bella enseñanza: estamos tratando de reencontrarnos, de volver a ser lo que antes era ser humano”, explicó.

Las expertas estuvieron de acuerdo en que, de todas las situaciones estas, aprendizajes y dolor, nos debe quedar lo positivo y buscar a quién ayudar, ser sinceros con nosotros y con otros. Aprender a comunicarnos y educarnos deben ser las estrategias y las llaves para mejorar la vida y seguir adelante ante las adversidades venideras.

 

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