- Es la recomendación que formula la especialista universitaria Susana Esparza Ramos
- Las personas que se han recuperado suelen padecer secuelas que alteran la oxigenación
- Afirma que eso provoca un deterioro paulatino en la función de los músculos de la respiración
- Por eso es recomendable acudir con expertos en terapia física a rehabilitación integral
- Se sometan a tratamientos para recuperar las funciones articulares, musculares y físicas
Aguascalientes, Ags.- 21 de enero de 2021.- (aguzados.com).- A lo largo de la pandemia por COVID-19, la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), ha puesto a disposición de la sociedad su infraestructura y capital humano, con la finalidad de ayudar a resolver las problemáticas surgidas en este contexto.
Los investigadores universitarios han dedicado esfuerzos para identificar y estudiar las principales afecciones que padecen quienes se han contagiado y recuperado de esta enfermedad; así, es posible diseñar terapias que promuevan una mejora más eficaz en la salud de las personas.
Al respecto, la titular del Departamento de Terapia Física del Centro de Ciencias de la Salud (CCS) de la UAA, Susana Esparza Ramos, dijo que debido al comportamiento del coronavirus, las afecciones respiratorias son las consecuencias más comunes en quienes resultaron contagiados.
Agregó que por ejemplo, en los pulmones ocurre una alteración en el intercambio de oxígeno que provoca un deterioro paulatino en las funciones generales de los músculos que intervienen en la respiración.
Además, en los casos en que los pacientes permanecen inmovilizados o en cama por un tiempo prolongado, existen alteraciones articulares, musculares y físicas en general. Estos daños llegan a ser graves si el paciente llevaba una vida sedentaria antes de padecer la enfermedad. De igual modo, se han detectado afectaciones en el sistema nervioso, central o periférico, una baja en el acondicionamiento físico, problemas de deglución, sueño, nutrición.
A causa de lo anterior, Esparza Ramos reconoció la importancia de tener un acercamiento con especialistas que brinden una atención integral basada en la rehabilitación muscular, articular y respiratoria si es necesario; una vez que el paciente sea valorado, será posible prescribir un programa pertinente de ejercicios vigilados, supervisados y controlados, con la finalidad de promover una recuperación funcional, para que eventualmente la persona realice las actividades que practicaba antes de la enfermedad e incluso, pueda mejorar su calidad de vida.
Añadió que existen ejercicios sencillos y prácticos para fortalecer los músculos respiratorios, de ahí que resulten apropiados para quienes se contagiaron, pero tuvieron una sintomatología menor, que además les permitió llevar a cabo la recuperación en casa. En estos ejercicios se mantiene una posición de estar sentado con las rodillas flexionadas en 90 grados, los pies apoyados sobre el suelo, la espalda recta y apoyada sobre el respaldo de una silla para luego comenzar con patrones continuos de respiración, primero de inhalación por la nariz y de exhalación por la boca.
Para concluir dijo que si bien estos ejercicios parecen sencillos, se recomienda que en todo momento exista un acercamiento con especialistas, pues de esa manera recibirán una atención que responda adecuadamente al historial clínico y el estilo de vida del paciente en turno. Solo así se ofrecerá la terapia más efectiva que conduzca a una recuperación exitosa.