- En el contexto del Día Mundial del Alzheimer, la encuesta revela que el 89% considera que la enfermedad es grave o muy grave
- Una cuarta parte piensa que lo peor sería dejar de reconocer a su familia
- 31% conoce a alguien ajeno a su familia que tiene o ha tenido esta enfermedad y 13% tiene un familiar que la ha padecido.
Ciudad de México.- 20 de septiembre de 2020.- (aguzados.com).- En el contexto de la conmemoración por el Día Mundial del Alzhéimer el próximo 21 de septiembre, 89% de los mexicanos admitió que reconoce a esta como una enfermedad grave (39%) o muy grave (50%) y 75% admite que estaría preocupado o muy preocupado si llegara a padecerla, de acuerdo con la encuesta Enfermedad de Alzheimer: ¿Qué tanto entendemos sobre ella?, realizada por el Centro de Opinión Pública (COP) y el Campus Hermosillo de la Universidad del Valle de México (UVM).
Este padecimiento crónico degenerativo que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la forma más común de demencia al representar entre un 60% y un 70% de los casos, provoca temor entre los individuos, quienes consideran que lo más difícil en caso de padecerla, sería no poder reconocer a su familia o amigos (30%), depender de otros (26%) y olvidar cosas (20%). Al separar por género, para las mujeres resulta más difícil la idea de perder independencia (29%) y para el género masculino la posibilidad de desconocer a su familia (36%).
Ante la posibilidad de enfermar de Alzheimer, 83% querría ser informado por el médico, pero 12% preferiría no saberlo. 83% estima que estaría preocupado por la reacción de su familia (58% muy preocupado y 25% preocupado); 82% estaría preocupado por perder su trabajo (56% muy preocupado y 26% preocupado) y; 71% estaría preocupado por el trato que le daría la gente (41% muy preocupado y 30% preocupado).
En cuanto a los cuidados, 42% preferiría estar bajo la atención de un profesional (42%) y 39% optaría por estar bajo la supervisión de la familia. 31% conoce a alguien ajeno a su familia que tiene o ha tenido esta enfermedad y 13% afirma que en su familia hay o hubo alguien con alzhéimer. En ambas situaciones, el género femenino reporta en mayor porcentaje esta condición médica (66% versus 33%, en el primer caso y 70% versus 30% en el segundo).
En las familias que tuvieron o tienen un caso de Alzheimer, 39% comenta que pocos de sus integrantes se involucraron en los cuidados del paciente, en un rango muy cercano, 37% por ciento reporta que la mayoría de los familiares colaboraron en la atención de la persona enferma; mientras que en 15% toda la familia participó y en 7%, casi ningún miembro se involucró. Para 34% lo más complejo de tener un familiar con Alzheimer estriba en los cuidados y atención que requiere, para 25% lo más duro es que su familiar los desconozca, 19% dice que la pérdida de memoria y recuerdos y 10% considera que es difícil ver el proceso de deterioro.
Respecto a las posibles reacciones ante un diagnóstico de Alzheimer, 55% piensa que una persona al recibir dicha noticia, trataría de mantenerla en secreto mientras pueda, en tanto que 45% piensa que la persona lo comunicaría abiertamente.
Otros resultados indican que 83% afirma conocer o haber escuchado sobre la enfermedad de Alzheimer y 13% no la conoce. 33% dice estar informado o muy informado sobre dicho padecimiento, 58% poco informado y 9% nada informado. El conocimiento que se tiene de ella proviene principalmente de los medios de comunicación (30%), de lo que cuentan los amigos o conocidos (22%), Internet (16%), por una experiencia con algún familiar o conocido (15%) y únicamente 10% se ha enterado por un especialista en salud.
La encuesta encontró que, a mayor edad, escolaridad, conocimiento e información de la enfermedad, aumenta el porcentaje de quienes consideran a esta enfermedad como algo muy serio. Como se expuso líneas arriba, 39% considera que es una enfermedad muy grave, 50% grave, 7% poco grave y 4% nada grave.
A juicio de los entrevistados, los olvidos o tener problemas con la memoria son los efectos más graves de esta enfermedad; para 11% sería la pérdida o deterioro de capacidades o funciones y para 7% la pérdida de independencia. Entre quienes consideran que no es una enfermedad grave, 17% basa su percepción en que el alzhéimer no tiene “un daño físico, solo mental”, 16% piensa que “no es mortal” o “no mueres pronto”, es decir, que las afectaciones son menoscabadas porque no ve un deterioro físico inmediato.
Al preguntar qué tanto sabían sobre los síntomas o manifestaciones de la enfermedad, 56% mencionó de manera espontánea “dificultad para recordar u olvidos”, 44% dijo “desorientación”, 39% “perderse” o “estar como perdido” y 33% “dificultad para realizar tareas cotidianas”, como principales asociaciones.
Al preguntar a qué atribuye que una persona desarrolle la enfermedad de Alzheimer, para 37% se debe al proceso de envejecimiento (edad), 26% genética y 10% lesión o golpe. Aunque de manera general, la genética está en segundo plano, al inquirir sobre ella de manera específica, encontramos que 72% concuerda con la frase “una persona con antecedentes familiares de esta enfermedad tiene mayores riesgos de tenerla”.