- Importante que se esté en constante revisión, aunque no se tenga una enfermedad diagnosticada
Ciudad de México.- 3 de febrero de 2021.- (aguzados.com).- Al exponer cuan costoso puede ser el tratamiento para un mal renal crónico y cómo cada día se incrementan los pacientes con esta comorbilidad, la M.N.C., Araceli Aguilar Gamiño, indicó que de acuerdo con cifras registradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el costo anual total en México en servicio directo para males renales crónicos superó los cinco mil 608 millones de pesos.
Aguilar Gamiño al participar como ponente en el ciclo de videoconferencias realizadas con motivo del Día del Nutriólogo en la Universidad del Valle de México (UVM), agregó que la terapia sustitutiva más costosa es la hemodiálisis, que se realiza extramuros con un costo anual calculado por paciente en 234 mil 949 pesos. “El problema es que cada vez hay más pacientes con esta comorbilidad y los recursos son insuficientes para la atención de todas las personas”, comentó.
Añadió que el mayor número de pacientes se ubica en Jalisco, Estado de México Oriente y en la Ciudad de México Sur y el menor en Campeche, Zacatecas y Baja California Sur. La incidencia general es de 124 casos por cada millón de usuarios, las delegaciones con mayor incidencia han sido Tlaxcala, Morelos e Hidalgo, y las de menor Zacatecas, Sinaloa y el norte de la Ciudad de México.
Aguilar Gamiño recomendó que para evitar enfermar de un mal renal crónico, las personas procuren someterse a constante revisión médica, aunque no tengan diagnosticada una enfermedad renal, a través de estudios de laboratorio indicados por un médico o profesional de la salud con la finalidad de poder atender oportunamente si se presenta inicios de enfermedad renal crónica en etapas avanzadas como 3b, 4 y 5 ya que en etapas tempranas de la enfermedad renal crónica hay más probabilidades de relentecer el daño renal.
“Unas de las medidas más importantes para prevenir la ERC es tener un estilo de vida saludable, yo siempre les comento a mis pacientes que, es tan básico esto, pero es realmente una cadena de consecuencias ya que podemos evitar comorbilidades como obesidad, diabetes, hipertensión u otras enfermedades que deterioran la función renal; en los casos con un diagnóstico de alguna enfermedad crónico degenerativa deben atenderse con un equipo multidisciplinario de la salud para mantener un control de estas y evitar o disminuir efectos secundarios en otros órganos como el riñón. Los nutriólogos podemos atender a los pacientes con daño renal y participar para disminuir la perdida de función renal con dietas bajas en proteína, ayudar al control del peso, control de glucosa y de electrolitos”, manifestó.
Al pronunciar la ponencia Nutrición Renal en Prediálisis, Hemodiálisis o Diálisis Peritoneal, Aguilar Gamiño dijo que el tratamiento nutricional para este tipo de pacientes, consiste en corregir las alteraciones metabólicas y nutricionales que presentan con la finalidad de modular sutilmente hiperglucemias, hiperfosfatemia, proteinuria, síndrome metabólico, inflamación sistémica, hiperuricemia, dislipidemia y resistencia a la insulina, con la finalidad de dar un tratamiento personalizado en cada una de las etapas de la enfermedad renal crónica y así poder ofrecer una mejor calidad de vida para el paciente.
A su decir, la ERC afecta principalmente a hombres y esta puede darse desde etapas tempranas como es el caso de los niños. “Como se sabe, la enfermedad renal crónica es una pérdida de la función de los riñones lo cual impacta de forma importante en la salud de los pacientes ya que disminuye la capacidad para eliminar los desechos tóxicos del cuerpo, afecta en el control de electrolitos como el sodio, potasio, fósforo, cloro y magnesio, los pacientes se pueden edematizar pues el riñón pierde la capacidad de eliminar de forma adecuada los líquidos corporales, además pueden tener alteraciones hormonales como es el caso de la eritropoyetina”, detalló.
Todos esos factores, añadió, impactan de forma importante trayendo como consecuencia desordenes minerales óseos, anemias, daños secundarios en otros órganos, que, si no se atienden de forma oportuna, la salud del paciente se puede deteriorar considerablemente. “Como tal, no existe una cura para la enfermedad renal crónica, pero si es detectada oportunamente, se puede ofrecer una mejor calidad de vida; sin embargo, en algunos pacientes existe la opción del trasplante renal el cual también tiene un tratamiento específico”.
Señaló que en la clínica en que laboran en Querétaro, atienden a pacientes con enfermedad renal crónica y también participan en el área de investigación.
Para terminar dijo que “también participamos en el área de investigación, pues debido a la gravedad del problema, es importe seguir conociendo el comportamiento de la enfermedad y compartirlo, otra de las áreas en las cuales trabajamos, es la docencia para capacitar a más personal de la salud para que compartamos conocimiento y se pueda atender a un mayor número de la población. Trabajar en equipo multidisciplinario es lo que marcará la diferencia en la salud de nuestros pacientes”, concluyó.