- Una mujer enamorada de la física y la astronomía por su elegancia de temas
Ciudad de México.- 16 de enero de 2017.- (aguzados.com).- Para la multilaureada astrónoma mexicana Susana Lizano Soberón, lo mejor de su trabajo, y de la ciencia en general, es que nunca se acaba, es un desafío latente.
“Disfruto mucho aprender, me gusta cuando me planteo preguntas de las cuales desconozco las respuestas, porque hay que buscar una y eso representa todo un reto. Pero ya cuando se tiene la respuesta es una gran felicidad, la cual muy breve porque entonces uno va a la siguiente pregunta… La ciencia es un reto continuo”, expresó.
Con esa curiosidad insaciable y su exhausto trabajo, Susana Lizano ha dejado una huella profunda en la astronomía mexicana, en especial en la investigación sobre la formación de las estrellas.
El proceso de cómo se forman las estrellas tiene que ver con la condensación de una nube en el plano de la galaxia que, por su gravedad, se va a contraer y formará las estrellas.
Lizano Soberón propuso “las cuatro etapas de la formación de las estrellas como el Sol, ese es un escenario que tiene que ver con la contracción gravitacional, la inyección de vientos muy poderosos que limpian la nube con la formación de discos de gas y polvo que luego dan origen a sistemas planetarios como el nuestro”.
Estas etapas, que ella predijo de manera teórica, se han comprobado y verificado a través de muchas observaciones, en varios experimentos astronómicos.
Seducida por el universo
Oriunda del entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México, Susana recordó que desde pequeña sintió una curiosidad muy fuerte por conocer cómo era la naturaleza que la rodeaba.
“La escuela no se me hacía difícil e incluso me aburrían las clases, solo me llamaba la atención los libros y que tenían temas como las nubes, el agua y el cielo”, remembró emocionada.
Ya en la secundaria, sus materias favoritas eran de física y matemáticas porque no había que memorizar nada, algo contrario con lo que sucedía con las otras materias como historia.
Cuando estaba en preparatoria decidió que estudiaría física porque es una disciplina “muy elegante, tiene explicaciones muy claras y precisas de los procesos de la naturaleza”.
Mencionó que cuando eligió la carrera no sabía bien lo que iba a estudiar y a encontrar, pero ella sentía una infinita curiosidad por todo lo que la rodeaba y pensó que la física era el camino que la guiaría a la comprensión y conocimiento más fundamental.
“No era una carrera popular y mi familia era muy tradicionalista, esperaban que estudiara otra cosa, pero no se opusieron a que estudiara física porque quizá pensaron que al final de cuentas me casaría y me dedicaría al hogar”.
La preocupación de su familia vino después, cuando veían que Susana terminó su carrera y lejos de querer casarse, quería seguir estudiando. Así, al concluir su licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizó una maestría y posteriormente un doctorado, ambos posgrados en astronomía, en la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos.
Enamorada de la astronomía
Pero ¿por qué pasó de la física a la astronomía?, Lizano Soberón relató que su encuentro con la astronomía fue como el amor: casual y sin esperarlo.
“Estaba viendo a qué me iba a dedicar, pero no encontraba algo que me apasionara mucho como para dedicarle todo mi tiempo y mi trabajo… siempre pensé que iba a dedicarme a algo aplicado y mira en dónde acabé”.
Tenía algunas clases optativas y dentro de esas clases conoció al doctor Jorge Cantó Illa, “él me dio una clase de dinámica de gases aplicada al medio interestelar y dije 'de aquí soy' porque con ecuaciones de dinámica de gases uno puede explicar fenómenos que ocurren en las nubes del medio interestelar; simplemente me enamoró”.
Después fue ayudante del investigador emérito Manuel Peimbert Sierra y más se enamoró de la astronomía, pero no tanto de la parte experimental, sino de la parte teórica.
Los hijos, el verdadero reto
Pese a que trabaja con temas muy especializados, Susana comentó que el principal reto para ella no es tanto en hacer ciencia, sino compaginar su trabajo con el cuidado de su familia y el hogar.
“El reto y quizás la mayor satisfacción son mis hijos, cuando nació el primero yo tenía mi trabajo y tenía que atender a mi pequeño, tuve que volverme muy eficiente”, recordó la investigadora quien tiene más de un centenar de publicaciones.
Añadió que nunca se planteó dejar de trabajar o no tener un hijo. “Nunca lo pensé ni tuve la alternativa de dejar un tiempo la ciencia… (pero) con un hijo uno aprende a ser más eficiente, a enfocarse, organizarse para poder tener tiempo para las cuestiones personales”.
Además, agregó que reflexionó que “los hijos se tienen por un tiempo finito y la carrera profesional se tiene para siempre, además seguramente ellos van a estar orgullosos de tener una mamá que trabaja”.
De esta manera decidió afrontar el reto de realizar las dos tareas lo mejor posible, desafío que no solo enfrentan las mujeres que se dedican a la ciencia, sino todas las mujeres que tienen una familia y trabajan, reconoció.
Por su formación científica, Susana Lizano trató de acercar y motivar a sus hijos con la ciencia; sin embargo, no lo logró, su hijo mayor decidió estudiar diseño gráfico, “tiene alma de artista”, y el menor está estudiando matemáticas aplicadas, igual que su papá.
“Yo les traía juguetes científicos de todos mis viajes y jugaba con ellos, pero ellos tenían otras inquietudes y, ni modo, hay que dejarlos decidir y que sigan sus propios sueños”, expresó.
Aunque no logró inducir a sus hijos a la ciencia, Lizano Soberón resaltó que trata de despertar la vocación científica en los jóvenes a través de charlas o de sus clases.
“Me gusta mucho tener contacto con ellos, transmitirles lo que yo sé y ver cómo van creciendo y cómo van estableciendo nuevos caminos para sus investigaciones. Tengo colegas que fueron mis estudiantes y que ahora me invitan a colaborar en sus proyectos”.
Destacan los que aman su trabajo
Para Susana Lizano, la clave para destacar en una disciplina científica, como en cualquier oficio o trabajo, es hacer lo que te gusta, lo que te mueve y apasiona.
“Les digo a los jóvenes que tienen que buscar algo que los apasione, trabajar durísimo en eso, tratar de hacerlo lo mejor posible, entonces encontrarán un trabajo en el que les paguen por hacer lo que les gusta. No se vale hacerlo a la mitad o con desgana, realmente hay que hacerlo de la mejor manera posible, por eso debes encontrar algo que te mueva, que te apasione, solo así estarás dispuesto a trabajar muchísimo, trabajar más allá de lo que te piden", afirmó.
El mayor reto para Susana Lizano es encontrar lo que realmente te gusta, lo demás (triunfos, reconocimientos) llegará solo "y si no llega no importa, porque la verdadera labor de un investigador no es ganar premios, sino trabajar para generar conocimiento que se pueda traducir en una mejora para la sociedad".
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