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Categoría: opinion

• Mario Granados Roldán

Aguascalientes, Ags.- 26 de noviembre de 2019.- (aguzados.com).- La cruzada avanza a paso lento. Quita rocas. Brinca vallas. Sortea obstáculos. Vence resistencias. Toca la puerta del reconocimiento. Pide posada para ocupar el sitial que por derecho propio le corresponde. Recibe limosnas.  El jarrito nuevo, en un abrir y cerrar de ojos, se convirtió en jarrito viejo. Sin acomodo.

El adulto mayor es una rosa sin espinas. Vive del presente. Atrás deja el futuro incierto. Equivale a la vieja madera de la ardiente fogata. Al eje de antiguos amigos y enriquecedoras charlas de café. Al añejo vino para paladear. Y al manantial de las inacabadas aguas del saber.

Las arrugas en la frente del hombre y la mujer son las persianas de la transitada vida. Se abren para ver el sol. Se cierran para ignorar el desprecio mundano, signo del evidente fracaso de la civilización contemporánea sumergida en la posmodernidad.

Hoy se avanza aceleradamente hacia el futuro sin aquilatar la potencia del presente. Se desestima el valor del pasado. Se ignora el dorado conocimiento.

Los imberbes prefieren tropezar con las mismas piedras. Llevan tatuadas las heridas de las innecesarias caídas. Pero no les importan. Son las huellas obtenidas en las batallas libradas en los terrenos de la inexperiencia.

Los gobernantes mencionan en el discurso al adulto mayor para adornar el demagógico fraseo. La política pública para proteger a los viejos está convertida en un pesado elefante que avanza a paso muy lento, zigzagueante.

Mire usted.

Pasaron más de 30 años para que en la segunda parte del antiguo Palacio Municipal de Aguascalientes se construyera un elevador para personas con movilidad disminuida y de la tercera edad. La iniciativa, paradójicamente, no surgió de los regidores y síndicos emanados de las filas del PRI o del PAN      —partidos que alternadamente han gobernado el municipio—, sino de Movimiento Ciudadano, Norma Fabiola Aragón Leal, regidora presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, quien la presentó en febrero de 2014 y hasta junio de 2015 se vio materializada la propuesta, durante la administración del alcalde Antonio Martín del Campo.

Otro regidor, también alejado del PAN o del PRI, Mauricio González López, Independiente de cuna, presentó el martes 10 de octubre de 2017 un punto de acuerdo en la sesión de Cabildo presidido por María Teresa Jiménez Esquivel, para exhortar a sus compañeros a la “implementación de políticas públicas transversales en beneficio de las personas de la tercera edad, ya que es un grupo social que va en incremento, y por lo tanto, requiere de atención adecuada del gobierno, a fin ayudarles en su economía familiar”.

Y solicitó “la obligatoriedad para que en los estacionamientos públicos, centros comerciales y tiendas de autoservicio y departamentales, se reserven lugares especiales para los adultos mayores”, como es el caso de HEB, donde se asignan para personas discapacitadas, embarazadas y viejitos

Fue hasta el año siguiente, el lunes 7 de mayo de 2018, que la propuesta del presidente de la Comisión de Derechos Humanos mereció el beneplácito de sus compañer@s de Cabildo, al aprobarse en sesión ordinaria la reforma al artículo 13 del Reglamento de Estacionamientos del Municipio de Aguascalientes, que obliga a los titulares de los estacionamientos a separar cajones para los adultos mayores, además de los designados para discapacitados y embarazadas.

El pesado elefante público se convierte en devoradora piraña privada cuando los adultos mayores acuden a Superama, donde no tienen el privilegio de contar con un cajón especial en el estacionamiento y si osan ocupar el de los discapacitados o embarazadas, son maltratados, reconvenidos groseramente, pero eso sí: los asaltos a mano armada en el estacionamiento son recurrentes y frecuentes. A la tienda no le interesa evitar la inseguridad pública y el desgaste físico de sus mayores, facilitándoles lugares cómodos, cercanos a las entradas y salidas del edificio.

Superama, las demás tiendas de autoservicio y las departamentales, y centros comerciales, deben entender que la cruzada para hacer de Aguascalientes una ciudad más incluyente, es tarea de la sociedad, el gobierno y los barones del dinero.

De acuerdo a la exposición de motivos de la iniciativa aprobada, en “Aguascalientes ya suman 119 mil 691 habitantes con 60 o más años. Representando por tanto, el 9% de la población para el segundo semestre de 2017. Las proyecciones contemplan para 2030 el porcentaje crecerá a 13.5%, aumentado por más de 200 mil adultos mayores”.

La vejez ya disfrutó la juventud. La juventud no tiene asegurada la vejez. La diferencia es un privilegio que la vida concedió a los adultos mayores.

Porque alguien debe de escribirlo: Otto Granados Roldán, mi carnal, presentará su libro El recuerdo y las heridas: el asesinato de mi abuelo (ediciones Cal y Arena), el sábado 30 a las 12:45 horas en la Sala Polivalente del Museo Aguascalientes. Comentan Luis Gonzalo Padilla Gallardo, Enrique Rodríguez Varela y Martín Vivanco Lira y el autor. Modera Claudia Patricia Santa Ana Zaldívar. Allá nos encontramos.

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