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Politicosas / La renuncia de Carlos Urzúa: ¿congruencia o traición?

  • Javier García Zapata

Aguascalientes, Ags.- 15 de julio de 2019.- (aguzados.com).- La estruendosa renuncia del aguascalentense Carlos Urzúa Macías a la Secretaría de Hacienda, el pasado día 9, se mantiene como uno de los principales temas del ambiente político nacional, y también se yergue en nuevo vértice de choque entre los mexicanos como casi todo lo que de una u otra formas involucra a López Obrador.

Sólo se ven dos bandos: el de los que encomian al ahora exsecretario, y el de quienes lo denuestan. Este último, como es evidente, encabezado por el propio Mandatario. Lo lamentable, en ambos casos, es que las pasiones y las emociones desplazan a las razones y argumentos.

Es de sobra conocido el contenido de la carta de renuncia de Urzúa, de la cual sus puntos más relevantes son la denuncia de: conflicto de intereses (corrupción), influyentismo (corrupción), carencia de sustento para las decisiones sobre obras que afectan a más de 130 millones de mexicanos (autoritarismo).

Precisamente son los temas que marcan la agenda lopezobradorista, los mismos que sedujeron a la ciudadanía y que llevaron a la Presidencia a AMLO. Por ello, más que la propia renuncia lo que resulta preocupante y relevante es el autor, sus motivaciones y el mensaje que les subyace: es el secretario de Hacienda, es un académico reconocido, y es en público que menciona hechos que pueden considerarse muestra de corrupción, deshonestidad e inmoralidad de la T4.

Urzúa explica en una entrevista con Proceso que el jefe de la Oficina de la Presidencia, el empresario Alfonso Romo, es a quien se refiere cuando habla de conflicto de intereses. Y, en cuanto a las distintas macroobras, señala como ejemplo que no estuvo de acuerdo con abandonar la construcción del Aeropuerto en Texcoco.

Pese a muchas palabras sobre el tema—más abundantes y extensas que la impresionante tormenta que nos cayó aquí el sábado—, todavía flotan en el aire muchas interrogantes.

Cuando aceptó la titularidad de la SHCP, ¿desconocía Urzúa los planes y proyectos de López Obrador? ¿Esperaba Urzúa, ingenuamente, que sus razones iban a convencer a López Obrador, aun conociéndolo y habiendo trabajado con él? ¿López Obrador no conocía la manera de pensar de Carlos Urzúa? ¿Lo engañó López Obrador; le prometió o dijo algo que no sabemos? ¿Fue un encontronazo de visiones económicas o un choque de egos? ¿Le habrá comentado Urzúa en corto al Presidente los temas que aborda en su carta de renuncia?  ¿La administración federal actual se aglutina en torno a un proyecto de país, o es sólo un montón de proyectos personales en busca de oportunidades? ¿Fue deslealtad hacia el Presidente y hacia el país la renuncia, y la carta de Urzúa, o son muestra de coherencia y congruencia teniendo como propósito precisamente el interés nacional y no el particular?

La entrevista a Proceso evidencia que, para bien, el país ha cambiado. Que los pactos de silencio ya no operan, y que Urzúa podría seguir dando luces no sólo sobre su dimisión sino sobre la realidad de lo que ocurre en el interior del actual gobierno.

De manera que el asunto seguirá dando mucho de qué hablar por un buen rato.

A cada capillita…

Bien decían los antiguos que “los dichos y los refranes son evangelios chiquitos”. Y mire que eso lo hemos comprobado una vez más en los últimos días. Que “a cada capillita le llega su fiestecita” lo vimos a nivel nacional con los asuntos de Lozoya y del abogado Juan Collado, por citar los más conspicuos.

Y en el entorno local tenemos como muestra la salida de Federico Domínguez como dirigente del SUTEMA, “renunciado” el jueves pasado ante el Tribunal de Arbitraje, instancia que se alista a extender la correspondiente toma de nota a Jesús Torres Luévano como nuevo secretario general, culminando así una lucha de más de siete años.

Partidarios de Federico niegan que su caída obedezca a ilegalidades y corrupción, y aducen que detrás estuvo “gente del gobernador”, en venganza por que Domínguez apoyó a Tere Jiménez.

Entre las irregularidades de las que se acusa a Federico es que “dirigía” dos sindicatos de manera simultánea, además de tener al SUTEMA como patrimonio personal. Algo, por cierto, muy presente en cualquier organización sindical.

Y también a “fuerzas oscuras” achaca Roberto Rincón su cese en el CECyTEA, en donde a partir de este lunes despacha formalmente Misael Jafet Loera Gaytán.

Con ello se reafirma igualmente que "no hay mal que dure cien años".

Lo cierto es que, según dicen los que dicen que saben, Rincón se va por su prepotencia, ineficiencia, deslealtad y presunta corrupción. Seguirán sus pasos Braulio y Karina Paredes, quienes como Director de Planeación y Directora del Plantel Morelos, tienen idénticas actitudes y señalamientos. Trabajadores del Subsistema aseguran que sin la salida de este par de hermanos y de otros impresentables, la limpia no estará completa; agradecen al Gobernador su decisión, y recuerdan a Rincón y compañía que “todo lo que sube, baja”, así como "quien siembra vientos, cosecha tempestades".

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