Ciudad de México.- 5 de julio de 2019.- (aguzados.com).- Un considerable número de especialistas ha cuestionado la construcción de la refinería de Dos Bocas. Las interrogantes han sido por rentabilidad, por cambios en el modelo de producción de energía, por sustentabilidad y por capacidades para su construcción.
Estos argumentos, que entre especialistas son más que evidentes, parecen no llegar al público en general, ya sea por su complejidad o por falta de interés. Entre el ciudadano promedio la información que requiere para examinar una propuesta de tal naturaleza parece que ya está dada. Es una información que recibió desde hace mucho tiempo y no cuestiona si es correcta o incorrecta.
Una de las promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador fue la modernización de las refinerías existentes y la construcción de una o dos más en el país. Desde agosto del año pasado, siete de cada 10 personas ya estaban enteradas de la propuesta de realizar estos proyectos, de acuerdo con la encuesta realizada cara a cara en vivienda por Parametría.
La nueva refinería se ubicará en Dos Bocas, Tabasco, e inició sus trabajos de construcción en junio pasado. Los niveles de conocimiento de los planes de construcción de la refinería llegaron a 61 por ciento de la población, lo que puede considerarse un porcentaje alto por tratarse de un solo evento y de un tema especializado que surge en un contexto donde en 40 años no se ha construido algo similar.
En mayo pasado, el gobierno federal declaró desierta la licitación para la construcción de la refinería, debido a que las propuestas superaron costos y tiempos para su edificación. Por ello se informó que será la Secretaría de Energía la que se encargue de la obra, la cual tendrá una duración de tres años.
Al respecto, preguntamos a la ciudadanía quién considera haría un mejor trabajo en la construcción de la refinería, si Pemex y la Secretaría de Energía, es decir, el sector público o bien el sector privado.
Recordemos que en el tema petrolero hay un nacionalismo arraigado en México. En encuestas anteriores la mayoría de las personas ha manifestado su rechazo a la inversión extranjera en Pemex, a la importación de gasolina y gran apoyo a la producción de gasolina en México. Una encuesta de agosto del año pasado muestra que siete de cada 10 personas en el país creen que es el gobierno debe producir gasolina y no las empresas privadas.
De manera consistente, 95 por ciento entrevistado el año pasado dijo que México debe producir su propia gasolina y solo 4 por ciento prefiere que sigamos comprándola del extranjero.
La mayoría cree que si México produce su gasolina disminuirá su costo, y por ello apuesta por que la producción nacional aumente. La expectativa de la reducción del precio en caso de generarla internamente la comparte 74 por ciento de entrevistados.
La encuesta de mayo tiene también hallazgos interesantes, pues si bien son más las personas que quieren que la obra de Dos Bocas la haga Pemex y la Secretaría de Energía (62 por ciento contra 20 por ciento), hay opiniones divididas sobre si una empresa privada la construiría en menos tiempo, con menos dinero y con mayor calidad.
Casi la mitad de los mexicanos (48 por ciento) considera que la Secretaría de Energía haría una refinería de mejor calidad contra 33 por ciento que cree que el sector privado puede hacer una mejor obra. Es interesante analizar si esta confianza de la ciudadanía para la construcción de obras se da solo en el sector energético o bien pasa a otros sectores. Podría ser que el discurso anticorrupción de Andrés Manuel López Obrador esté dotando de confianza en el gobierno sobre el uso de recursos públicos y la calidad de las obras que pueden hacer.
Otro tema relevante tiene que ver con quién considera la ciudadanía se beneficiará de la refinería. Siete de cada 10 dijeron que la construcción tendrá beneficios para Tabasco, un porcentaje similar cree que será buena para el país (70 por ciento). Seis de cada 10 creen que las personas que tienen automóvil serán beneficiadas con su construcción: 57 por ciento dijo que será algo positivo para empresarios y un relevante 56 por ciento considera que la construcción de esta refinería ayudará a personas como ellos, es decir, hay una alta expectativa de que la construcción de esta obra beneficie a la ciudadanía.
A juzgar por las opiniones reportadas, el público mexicano apoya un proyecto como el de la refinería de Dos Bocas con la idea de que la independencia energética es importante. De la misma manera confía en las capacidades del Estado para su ejecución. Los debates recientes sobre el tema no parecen estar en sus consideraciones. Se puede afirmar con estos datos que en este tema como en algunos otros el presidente tiene a la opinión pública de su lado.