- Javier García Zapata
Aguascalientes, Ags.- 1 de julio de 2019.- (aguzados.com).- De los mayores agravios que se pueden cometer o ser víctima es el de la traición, pues no sólo se inflige un daño sino que hay una especie de mofa; la traición tiene muchos rostros y grados, pero a fin de cuentas golpea y vulnera la dignidad humana, de la cual hace escarnio.
Igual pueden calificarse de traición esas bromas que sorprenden y se burlan de la ingenuidad y credibilidad de las personas a las que se rompe su tranquilidad, que el revelar secretos, y ya en el exceso aliarse con el adversario de aquellos con quienes existe obligación de lealtad.
Tan lleno de matices nuestro idioma, tan consecuente nuestra sociedad, con frecuencia denominamos prevaricación o “conflicto de intereses” a lo que es una conducta traicionera de la que el caso de Judas contra Jesús es el más representativo y conocido.
Nuestro sistema político y jurídico está plagado de imitadores de El Iscariote, que actúan con el mismo descaro que éste exhibió al saludar de beso al Redentor para señalarlo como la mercancía que vendió por 30 monedas.
Quizá los “juditas” hasta lo aventajan, porque Judas de pronto tuvo remordimiento, devolvió el dinero mal habido y “luego fue y se ahorcó”, según relata la Biblia. Los “juditas”, no; incluso querrían que se les festejen sus "hazañas".
Si el cántaro se rompe de tanto ir al agua, al corazón se le hace callo de tanta deslealtad; la conciencia se endurece al punto que considera natural servir a dos amos, sin importar si son adversarios entre sí.
Deslealtades y cambios en el CECyTEA
Los trabajadores —los activos e incluso los cesados del CECyTEA en los últimos dos años— andan felices y agradecidos con el gobernador Martín Orozco, toda vez que por fin decidió relevar a Roberto Rincón como Director General, y a Braulio Paredes como Director de Planeación. En el paquete estaría incluida Karina Paredes, Directora del Plantel Morelos.
Todo indica que la soberbia y arbitrariedades de Rincón lo hicieron insostenible, además de que presuntamente incurrió en delitos electorales al presionar a personal directivo para que votara por Julio Medina en la interna del PAN, pretendiendo congraciarse con MOS. (Ver: http://binoticias.com/nota.cfm?id=48350&t=maestros-del-cecytea-denuncian-presion-para-votar-por-el-pan-gobierno-investiga). Encima, se peleó con el SNTE, generando de manera irracional un conflicto.
Se habla igualmente de manejos poco claros de los recursos, y de que no fue capaz de meter en cintura a Braulio y Karina, quienes, además de sentirse dueños del CECyTEA, también realizaron proselitismo político dentro de la institución… pero en favor de Tere Jiménez y Julio Medina al mismo tiempo. De deslealtad hablamos, y los hermanos Paredes tienen larga experiencia en el tema.
Los tres se van, en medio del júbilo de quienes fueron tratados como sus vasallos durante dos años y medio.
Según se sabe, al relevo de Roberto Rincón llega Misael Loera Gaytán, Director del Centro de Competitividad e Innovación. Los trabajadores confían en que mejore el trato hacia ellos, y se espera igualmente un giro en el manejo de los asuntos jurídicos, toda vez que el CECyTEA tiene incontables demandas en el Tribunal de Conciliación que se han alargado absurda e innecesariamente.
Las chicanerías obedecen justo al despotismo y altanería de Rincón, quien, como se recordará, fue cesado hace unos años como Director de la Secundaria Técnica 1, luego de que un 15 de mayo dejó a Paco Chávez (otro angelito) con la mano extendida en el Teatro Morelos durante la entrega de medallas, y le mentó la madre en el Festival incitando a quienes lo rodeaban a secundar su insulto, según relatan testigos de ambos hechos.
Por cierto, estos tribunales laborales son muestra del conflicto de intereses institucionalizado: forman parte del Poder Ejecutivo pero tienen como tarea la “impartición de justicia laboral para los trabajadores de Gobierno del Estado, sus Municipios y organismos descentralizados”. No, pos sí.
Y en el mismo sentido están las numerosas contralorías internas, cuya función es vigilar, supervisar, orientar, apoyar… y supuestamente gozan de independencia, pero en los hechos y en la mayoría de las ocasiones son simple tapadera; su papel se reduce a “desfacer entuertos” y a cuidar las espaldas a los titulares de las dependencias, haciendo malabares para que los números cuadren.
¿Conflicto de intereses en el caso Lozoya?
Algunos analistas y opinólogos ven conflicto de intereses en uno de los actos de nuestro circo político de estos días —el cual vivirá uno especial este lunes 1 de julio con el bailongo de aniversario de la elección de AMLO—, y que es el caso de Emilio Lozoya Austin, acusado por la Fiscalía General de la República de cohecho, defraudación y lavado de dinero.
Ha resultado muy debatido el hecho de que los abogados del prófugo exdirector de Pemex, Javier Coello Trejo y su hijo Javier Coello Zuarth, sean abogados también del Fiscal Alejandro Gertz Manero.
El propio Presidente López Obrador opinó sobre el tema, y dijo que si bien no es ilegal, “podría ser inmoral” esta doble actuación de los Coello.
Coello Trejo rechaza que sea así, y envió una carta al consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, a quien “con todo respeto le ruego haga saber al Presidente” que no está incurriendo, ni el ex Fiscal de Hierro ni el titular de la FGR, en “ningún conflicto y menos actos de inmoralidad”.
El abogado chiapaneco centra su defensa en una antigua relación amistosa con Gertz, aunque lo que le cuestionan no es la amistad, sino el hecho de que aún sigue vigente el poder notarial que Gertz Manero le entregó a Coello Trejo en 2015 para representarlo en un asunto legal en el que se vio afectado el ahora fallecido Federico Gertz Manero.
En este mismo tema, un abogado que trabajó para el despacho de los Coello, Juan Ramos López, es hoy el fiscal especial para el caso Lozoya. Ramos López estuvo encargado del asunto de Gertz Manero desde 2015 y hasta hace tres meses, poco antes de asumir la investigación sobre el exdirector de Petróleos Mexicanos. En términos llanos, se dice que Ramos López persigue al cliente del que fue su patrón.
Esos son los hechos. Quizá no sean ilícitos ni inmorales, incluso ni antiéticos, ni haya conflicto de intereses. Y tanto Gertz como Coello tienen una trayectoria reconocida como juristas y funcionarios. De todos modos, precisamente por ello, hay quienes opinan “pero qué necesidad”, como diría Juan Gabriel, de generar malos entendidos haciendo cosas buenas que parecen malas.
