- Mario Granados Roldán
Aguascalientes, Ags.- 11 de junio de 2019.- (aguzados.com).- Hace dos meses, el martes 16 de abril, escribí que las campañas tendrían la resonancia de una hormiga, la penetración de un enorme elefante en el diminuto Smart Fortwo y estaría más desangelada que un partido de los tiburones del Veracruz contra Lobos BUAP”; pues bien, el Servicio Metereológico Electoral acertó su pronóstico, según la numeralia del proceso electoral 2018-2019 en el municipio de Aguascalientes.
Ahora es momento de preguntar a los partidos políticos ¿dónde quedaron los 15 millones 682 mil 177 pesos con 47 centavos que les entregó el Instituto Estatal Electoral de Aguascalientes para las campañas?, porque los triunfadores absolutos en la reciente contienda fueron los abstencionistas (63.69%) y los anulistas (2.99%), que sumaron el 66.68%, mientras el escaso 33.32% ejerció responsablemente su derecho a decidir; en consecuencia, de los 651 mil 231 inscritos en la lista nominal, 427 mil 786 ciudadanos no salieron a sufragar y 6 mil 481 anularon su voto.
Desafortunadamente, a 434 mil 267 ciudadanos no se les hizo atractivo el cartel de diez espadas, presentado en la corrida dominical del 2 de junio, y les dibujó el majestoso pase del desdén —ejecutado magistralmente por el desaparecido maestro Manolo Martínez—, en la Monumental del Sufragio.
Los abstencionistas derrotaron a todos los partidos, a candidatos y candidatas de esa lista que se parecía a la tabla de la mexicanísima lotería.
Los anulistas rebasaron por la izquierda, derecha y centro, a seis partidos de diez partidos convertidos en cofradías parroquiales, me refiero a MC del Pollo transformado en paloma, porque ni a gavilán llegó; Unidos (no)Podemos del maraquero reducido a matraquero de la política, Enrique Rangel Jiménez, el popular Sammy de los debates entre candidatos; Libre de Aguascalientes de Vicente Pérez Almanza —la amistad con él me impide buliarlo, por eso suelo opinar que el periodismo es subjetivo—; Nueva Alianza Aguascalientes, sin panal, abejas, miel o algún endulzante chafa; Verde Ecologista sin follaje y sin tucán; y los independientes se volvieron inexistentes, pasada la coyuntural moda anticlimática.
De las últimas cinco elecciones intermedias de alcaldes, celebradas en el municipio de la capital, de 1995 a 2019, la de este año registra la más baja participación (33.32%), desbancando a la de 2001 con 42.68%, donde participaron los insípidos Ricardo Magdaleno Rodríguez, triunfador del PAN, y Salvador Farías Higareda, derrotado del PRI.
Pero además, de 1992 a 2019, en el estado de Aguascalientes, la elección con más bajo porcentaje de participación es, también, la de este año con 39.0%.
Lo más grave es que el 10 de enero de 2019, el Consejo General del IEE aprobó la distribución del financiamiento público estatal de 68 millones 207 mil 419 pesos con 48 centavos, para los partidos políticos, candidatos independientes y asociaciones políticas estatales, correspondiente al ejercicio fiscal 2019, a fin de cubrir el sostenimiento de actividades ordinarias permanentes, actividades específicas y los gastos de campaña, como lo marca el Código en sus artículos 33, 34 y 35.
Escrito en prosa, casi 70 millones de pesos desperdician los partidos políticos. Los mandan al bote de la basura de manera irresponsable. O se van a los bolsillos de los dirigentes partidarios; con ese dinero se hubieran concluido las obras de pavimentación en Pericos (oriente de la ciudad), detenidas a principios de este año en San Patricio, San Bernardo y San Pablo, por citar algunas calles que nada tienen de santas con tanto malandrín.
La gente está harta de candidatos escasamente atractivos y congruentes: de partidos desacreditados, erosionados, salvo el PAN; de políticos anquilosados, ruines, siniestros; de gobernantes ineficientes y corruptos, banales.
El decepcionado ciudadano forma parte de un conglomerado anónimo, sin registro, sin recursos, pero con un enorme potencial para combatir la democracia desde ese partido, la abstención, contrario a los intereses de Aguascalientes.
El rechazo es el amargo sabor de la elección en Aguascalientes.
Porque alguien tiene que escribirlo: El Consejo General del IEE, inspirado en el altruismo comercial de la reciente Venta Nocturna de Liverpool, decidió organizarle a los menesterosos del PRD y del PRI el Buen Fin Electoral, para entregarles por la mísera cantidad de 31 mil 500 votos —17 mil 500 de los amarillos y 14 mil de los tricolores—, cuatro regidurías plurinominales en el Cabildo de Aguascalientes, mientras que al subrepresentado Morena, con 53 mil sufragios, le dio una limosnita de tres regidurías, según la interpretación evangélica del Código Electoral.
Así pues, en el Monasterio de las Carmelitas Descalzas del Instituto, valen más 31 mil 500 votos que 53 mil, al momento de asignar el rompope de la representación proporcional.
Morena prepara a San Judas Tadeo, al Arcángel San Gabriel y al presidente Trump, su cuate de doble raya, para dar la pelea en Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Y las mujeres aguardan sigilosamente. Se cubren con la túnica santa de la paridad de género para conservar sus lugares en el Cabildo que presidirá María Teresa Jiménez Esquivel.
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