Terrible muerte de un peón de vía

Categoría: sociedad

Aguascalientes, Ags.- 4 de julio de 2018.- (aguzados.com).- En labores de verificación de abasto correcto del chapopote hirviendo con el que se efectuaban los trabajos de “bacheo” en un tramo del bulevar Juan Pablo II, en las cercanías de la Universidad del Valle de México (UVM), un peón de vía fue prensado por un camión de carga contra la tolva de la máquina asfaltadora La Rielera que contenía la mezcla caliente, arrojado a ella y bañado por la misma en cuestión de segundos.

La combinación de lesiones internas y externas que sufriera el trabajador de la Secretaría de Obras Públicas Estatales (SOPE). Andrés Ojeda, tanto por el atropellamiento de que fuera objeto, como por las quemaduras que sufriera al ser bañado por el chapopote hirviente, le segaron la vida al instante.

La celeridad de los trágicos  acontecimientos impidió a sus compañeros acudir en su auxilio inmediato, obligándose la intervención posterior de los cuerpos de rescate urbano y de asistencia de primeros auxilios para que procedieran en consecuencia.

La versión del mortal accidente que se manejó enseguida refiere que el chofer de un camión de carga tipo volteo, en labores de abasto del chapopote en frío, que ya caliente se tendía en la deteriorada superficie de rodamiento para tapar “los baches”, en maniobra de reversa se aproximó a la tolva de la máquina asfaltadora La Rielera para verter ahí el cargamento de la mezcla que transportaba.

Pero su falta de precaución, combinada con la confianza del malogrado trabajador decaminos, determinó que éste fuera impactado en maniobra de reversa por el camión de volteo, prensado contra la tolva de la máquina asfaltadora, proyectado a la mezcla hirviente que contenía, lanzado a ella y que ésta lo bañara casi por completo, causándole quemaduras de importancia, que combinadas con las lesiones internas que sufriera, le causaron una muerte instantánea.

El desenlace trágico de la jornada laboral obligó enseguida a la presencia de los cuerpos de rescate urbano y cuerpos de asistencia médica de primeros auxilios, para que se encargaran de lo conducente y ante la comprobación de los segundos que el hombre había pasado a mejor vida, los primeros – léase bomberos municipales – procedían al rescate de su cadáver.

Más tarde hacían acto de presencia los peritos forenses para iniciar las diligencias de su competencia y trasladar el cadáver a la morgue del Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley.

Al lugar de los hechos acudió el titular de la Secretaría de Obras Públicas Estatales (SOPE), José de Jesús Altamira Acosta, quien de inmediato informó que gobierno del estado tomaría de inmediato cartas en el asunto, sin que se conociera el destino que corrió el considerado presunto responsable de los hechos, que desapareció en medio de la confusión que causó la tragedia que provocó.

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