(Primera Parte)
- La imposición legal del seguro para automóviles: “recaudatorio y amañado”, y negocio de unos cuantos
- Año tras año crece el número de decesos en accidentes de tráfico y aumentan discapacidades permanentes en los sobrevivientes
Alfonso Morales Castorena
Aguascalientes, Ags, 15 de junio 2014. (aguzados.com).- En vías de modificar la cultura y el criterio conductual de quienes poseen y manejan un automotor, del tipo y clase que sea, y ante la creciente y alarmante cifra de accidentes viales, que conllevan saldos trágicos y por ende aparejan pérdidas millonarias, México hizo eco del llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para integrarse a su programa Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020, que tiene como objetivo salvar cinco millones de vidas.
Las escalofriantes cifras que los estudiosos en la materia encontraron en sus investigaciones, les mostraron, de acuerdo a las estadísticas que formularon con los resultados obtenidos, que cada año mueren en el mundo un millón 240 mil personas y resultan lesionadas otras 50 millones, algunas de ellas que sufren una discapacidad permanente.
Aunado a que los accidentes de tráfico, por lo general, asestan también un duro golpe a la economía, no solo personal, sino también familiar, que en muchas ocasiones sus protagonistas se ven atrapados en la pobreza, tanto por la pérdida de uno o más de sus seres queridos, como por los gastos asociados al siniestro y en el menor de los casos enfrentan por breve tiempo un daño emocional, que luego se apareja con el conformismo moral ante lo irremediable.
Ante este panorama de tragedias constantes, la ONU ha llamado a las naciones afiliadas a ella para que adopten medidas para la Seguridad Vial y como parte de la futura agenda para el desarrollo de esos países, instrumentó el programa de referencia.
México al sumarse al mismo, encontró como una solución posible para reducir, dentro de lo que cabe, esa creciente ocurrencia de accidentes de tránsito terrestre, en el que todo aquel que se encuentre al frente de un automotor, tanto de uso particular como federal, debe y tiene la obligación de estar en condiciones de enfrentar un suceso de esta naturaleza, tanto para su beneficio y el de su familia, como para quienes figuren como víctimas del siniestro que provoque, con el objeto de garantizar la reparación del daño causado, con el amparo y la protección de un bien intangible llamado SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL y DAÑOS A TERCEROS.
Pero para la idiosincracia de sus ciudadanos y ante la notoria pérdida de confianza en los programas sociales instrumentados por su gobierno, la exigencia de esta medida, no es más que otro plan amañado por quienes detentan el poder para allegarse más recursos para su beneficio particular, en contubernio con las diversas compañías aseguradoras que operan en el país y a la sombra de la buena intención de las Naciones Unidades.
Y así, sin escuchar las airadas voces de protesta, ya desde diciembre de 2013 el gobierno federal informó que a partir del primer día de 2014, sería obligatorio que quien estuviera al frente de un automotor, ya fuera de servicio particular o federal, urbano o suburbano, contara con ese bien intangible, so pena de ser objeto de severas sanciones económicas y hasta la prohibición de conducir un vehículo de motor, de por vida.
La medida no fue impuesta como se tenía previsto porque la iniciativa de ley tenía que pasar por las cámaras legislativas de cada entidad federativa, una vez que hubiera sido aprobada en el Congreso de la Unión y se diera su publicación en el Diario Oficial de la Federación y se otorgó entonces un plazo de gracia de once meses.
De forma tal que al aproximarse su aplicación, que se dijo será la primera quincena del mes de noviembre de 2014, la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas ha instruido a sus agremiados en todo el país para que realicen sesiones informativas al respecto, en los 32 estados que conforman la República Mexicana, con la finalidad de conseguir el objetivo planeado, que todo chofer o automovilista cuente con al menos un Seguro de Responsabilidad Civil y Daños a Terceros, bajo el lema de "más vale tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo".
Rechazo de ese supuesto maridaje
Al atender ese llamado, la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas A.C., en esta ciudad, su presidente José Abel Macías Campos, el martes 10 de junio de este año ofreció la primera de al menos tres sesiones informativas al respecto, con el objeto de brindar la orientación adecuada a los automovilistas sobre costos y beneficios que obtendrían al cumplir con la obligatoriedad exigida por las autoridades.
Al mismo tiempo rechazó que exista contubernio alguno con los gobiernos de cada entidad federativa, estatal o municipal, o el llamado maridaje entre las compañías aseguradoras y las autoridades para explotar la economía del automovilista y refutó que "sea una medida con tintes recaudatorios".
Explicó que en Aguascalientes solo un 27 por ciento de los más de 400 mil automotores en circulación cuentan con esa protección, derivada de la iniciativa particular de sus propietarios para estar en condiciones de enfrentar una situación de riesgo en hechos de tránsito terrestre, el resto, como buenos mexicanos, de manera indolente e indiferente, están expuestos a sufrir las consecuencias de ese tipo de conducta vial.
A pregunta expresa sobre la causa por la que los automovilistas no aseguran sus vehículos, el profesionista afirmó que "pienso que primero es por la carencia de una cultura de prevención y previsión, y luego porque considera que adquirir un seguro automotriz le representa un gasto".
¿Entonces es la condición económica una limitante o factor para que no se adquiera ese bien intangible?, preguntamos.
Y respondió: "no necesariamente, yo pienso que cuando una persona tiene un vehículo, si puede adquirir cuando menos un Seguro de Responsabilidad Civil y Daños a Terceros, su costo anual no sobrepasa los dos mil pesos y puede negociar con la compañía aseguradora su pago en módicas cuotas mensuales, que no van a mermar su economía".
A raíz de esa obligatoriedad futura, se comenta que las diversas compañías aseguradoras que funcionan en el país van a ajustar los costos de las pólizas para que las personas de bajos recursos pudieran cumplir con esa nueva disposición vial ¿Es verdad?
Es posible que así sea, dijo," lo que pasa es que un seguro es una mutualidad y si en este caso, la mayoría, por no decir la totalidad de los vehículos se aseguran, por consecuencia lógica el costo de las coberturas contratadas puede disminuir y abaratar su adquisición, todo depende de cada compañía aseguradora, de sus políticas comerciales, de la calidad del servicio que ofrecen, las estadísticas que manejen sobre la ocurrencia de siniestros y su forma de operar.
Esta obligatoriedad representará a las compañías aseguradoras una fuente de ingresos idónea para estar en condiciones óptimas de sufragar la indemnización contratada, porque al existir mayor número de asegurados se tendrá mayor captación de recursos y se responderá en tiempo y forma a las necesidades a cubrir.
Ya desde ahora ya se está planeando lanzar al mercado paquetes muy económicos, cuyo costo anual no superaría los 500 pesos y que van a cubrir el renglón exigido por las autoridades, sobre todo Responsabilidad Civil que es lo que ley obligará en forma exclusiva".
Estadísticas de Alarma
En Aguascalientes, de acuerdo a estadísticas de Accidentes de Tránsito Terrestre en zonas urbanas y suburbanas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en el año de 1997 ocurrieron tres mil 864 accidentes automovilísticos; en el año 2000, cuatro mil 967; en el 2010, llegaron a seis mil 32 y en el 2012 se registraron cuatro mil 928.
En los siniestros citados y en ese mismo orden, fallecieron 300 personas y dos mil siete resultaron heridas; en el año 2000 dejaron de existir 65 individuos y dos mil 961 sufrieron heridas; en el año 2010 los muertos se contabilizaron en 68 y los lesionados fueron tres mil siete y en el año 2012, las cifras fueron de 73 decesos y dos mil 507 heridos.
Causales de Accidentes Viales
Los avances de la tecnología al servicio del hombre modificó la causa principal de ocurrencia de los accidentes de tránsito terrestre que vinieron a suplir el exceso de velocidad como el origen central de los mismos, los estudiosos en la materia se encontraron que ahora el uso del teléfono celular ocupa el primer lugar de causa del siniestro.
A esa causa se añade la indiferencia o indolencia del automovilista para hacer uso del cinturón de seguridad "por considerar que limita sus movimientos frente al volante y es un estorbo", al que se integra "su amor por la velocidad" y la combinación que hace del alcohol con el volante, en la mayoría de los casos.
Alcoholímetro y fotomulta
Para inhibir esto último y obligar a los automovilistas a respetar los límites de velocidad establecidos y contemplados en la Ley de Vialidad vigente en el estado, las autoridades implementaron la aplicación de los programas citados, pese a las protestas de la ciudadanía que los consideró "meramente recaudatorios".
Sin embargo, en su momento fueron un buen recurso y el número de accidentes vino a la baja porque se controló la presencia del alcohol y el exceso de velocidad, como lo demuestran las estadísticas de 2012, cuando el número de víctimas mortales disminuyó y la cifra de heridos tuvo un decremento, en relación con el año 2010.
No deja de llamar la atención que el rango de edad involucrada en los accidentes viales, va de los 18 a los 30 años y que al retirarse el programa de la Foto Multa por cuestiones de índole política, el origen central no varió en cuanto al uso del teléfono celular, combinado con el exceso de velocidad, muy por encima del consumo del alcohol.
Al retirarse esa medida del tipo preventivo, la incidencia de accidentes de tránsito terrestre reflejó un número mayor y se consideró entonces que sólo el atender el llamado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para concientizar al automovilista sobre le previsión a asumir sería la solución que se buscaba, a través de la obligatoriedad de contar con un seguro automotriz y la promoción de la cultura de la prevención permanente.
(Continuará)
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