- Que nadie se engañe: las consecuencias del populismo son desastrosas, afirmó
- Quien califica de corruptos a quienes no voten por él, es peligroso, señaló
Ciudad de México.- 6 de mayo de 2018.- (aguzados.com).- Con su doble discurso y actitud beligerante, Andrés Manuel López Obrador genera polarización, desconfianza e incertidumbre y eso se traducirá en desempleo, carestía y desabasto, como ha ocurrido en muchos otros países donde el hartazgo social ha llevado populistas al poder.
Así lo afirmó el senador aguascalentense Fernando Herrera Ávila, quien señaló que todos los análisis sobre los liderazgos populistas en Venezuela, Brasil, Bolivia, Cuba y muchos otros países coinciden en señalar que la principal consecuencia es el hambre de las poblaciones que los llevaron al poder.
El líder de los senadores panistas dejó claro que es tal la obsesión por el poder del candidato de Morena que desdeña la gravedad y las consecuencias de sus expresiones provocadoras, que solo abonan a la división y contaminan el ambiente político-electoral.
Indicó que en los hechos ha pintado una raya que lo separa de los que no piensan como él y está utilizando el encono social producto del fracaso de un gobierno federal incompetente, que no cumplió con las expectativas y se lo está transmitiendo a sus seguidores.
Herrera Ávila señaló que López Obrador pone en riesgo las inversiones, el empleo y el patrimonio de los mexicanos y a ello todavía suma su tradicional desprecio por la libertad de expresión y el ataque y las descalificaciones a quienes disienten.
Ejemplificó que su diferendo con el sector empresarial lo pinta tal como es. Está de vuelta su verdadera personalidad, la del intolerante, autoritario, el retrógrada y el todopoderoso que busca gobernar por medio de decretos y consultas públicas a modo, haciendo a un lado el contrapeso del Congreso.
Comentó que tras el primer debate, López Obrador se ha tornado más agresivo. El voto útil empieza a manifestarse en favor de Ricardo Anaya, que crece y acorta distancia, según las últimas encuestas y eso lo tiene tan nervioso que ha endurecido su actitud contra quienes no coinciden con él.
El legislador del PAN pidió que nadie se llame a engaño. Hoy que comienza a cerrarse la brecha entre Ricardo Anaya y López Obrador, éste enseña su verdadero modo de ser y pretende revivir su vieja teoría del complot al ver enemigos por todas partes.
Al respecto, destacó que existen mensajes contundentes y preocupantes que anticipan cómo es y cómo actuará cuando advierte que es corrupto aquel que no vote por él, ofende a los empresarios, habla de perdonar a delincuentes y corruptos, rechaza a la sociedad civil organizada y sus asesores proponen hasta expropiar empresas.
No hay duda; estamos en presencia de otro Echeverría, sostuvo. Un somero análisis de sus propuestas aberrantes, ponen al descubierto que López Obrador no tiene compromiso ni proyecto de cambio. Sus enunciados corresponden a un país de los 70 que ya no existe.
Consideró que si los mexicanos quieren acompañarlo en este salto al pasado no podrán decir después que fueron engañados. Históricamente está demostrado que quien ha pagado los platos rotos de las políticas populistas son los ciudadanos.
Agregó que el 85 por ciento de la gente que quiere un cambio va a tener que elegir entre dos opciones muy distintas: la de las ideas antiguas y fallidas de López Obrador y la de la suma de esfuerzos, propuestas modernas e innovadoras que encabeza Ricardo Anaya.
Para finalizar, Herrera Ávila hizo un llamado a candidatos y partidos a no contribuir al encono social y a conducirse con responsabilidad, cordura y a hacer a un lado la denostación, a fin de garantizar que el proceso electoral transcurra en paz y en un ambiente de civilidad.
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