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Carta a Enrique Ochoa de Isidoro Armendáriz García

  • Destaca cinco vertientes rumbo a la sucesión presidencial

cartaiag22nov17Aguascalientes, Ags.- 22 de noviembre de 2017.- (aguzados.com).- En su calidad y como Consejero Político del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Isidoro Armendáriz García envió una carta al Presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de dicho partido, Enrique Ochoa Reza, en la que señala cinco vertientes a considerar rumbo a la sucesión presidencial.

Por considerar que es de interés para nuestros amables lectores, queda a su consideración el texto de la misiva que el priista redacta y remite al mandamás del tricolor en México:

“Tal parece que los iluminados y analistas proféticos han calcado el rostro del candidato presidencial poniéndole al calce nombre y apellido. De ser así, quedan pocas horas o días para formalizar el alumbramiento, la convocatoria, el llamado a la unidad, las movilizaciones de respaldo, la integración del expediente electoral, la difusión de la biografía, el ritual de la unción, la administración de sentimientos, la ponderación de la competencia externa, las mediciones, las compensaciones, el manejo de equilibrios, los ajustes en el gabinete presidencial y la aquiescencia de la bases priistas y ciudadanas”, sostuvo.

La primera vertiente se refiere a los mecanismos de ascenso interno para el despegue del PRI; la segunda habla sobre los mecanismos de ascenso extremo para conservar el poder presidencial; la tercera señala algunas líneas estratégicas; la cuarta versa sobre escenarios auto dirigidos y, la quinta tiene que ver con consideraciones finales.

El mensaje señala que, “hay que tomar en cuenta lo siguiente: reconocimiento de fortalezas y debilidades del PRI y sus  precandidatos; no postular a candidato único que no tenga consenso  y amarres institucionales territoriales y sectoriales internos y externos; permitir el acceso a dos o tres precandidatos en la justa electoral interna; motivar precampañas reales, no simuladas con precandidatos competitivos; organizar convenciones vivas y auténticamente democráticas para que sean votados los mejores perfiles y se ponga de pie al priismo, hoy por hoy, psicológicamente derrotado en algunas regiones; Es decir, contar con un candidato fuerte y legitimado”.

Isidoro Armendáriz manifestó que los candidatos deben ser examinados en todos sus niveles de manera escrupulosa, lo mismo los nuevos que aquellos que vayan por la reelección, conjugando meritocracia, ética, eficacia, arraigo, liderazgo y representatividad ciudadana en la demarcación correspondiente. Puntualizó que esto significa buscar un mecanismo disciplinario y de evaluación con fuertes filtros de ascenso para que lleguen los mejores.

Agregó que desde el CEN se debe seleccionar muy bien a los planificadores y estrategas de la campaña presidencial; eliminar ocurrencias e improvisaciones, descartar actitudes intrépidas de los mandos operativos y de los candidatos, además de tomar en cuenta que, desde lo altozano, y a distancia, no se puede dirigir una campaña.

Planteó dos escenarios, uno sin consulta a la militancia, con un precandidato surgido de las alianzas, el accionar pragmático y un candidato oficial estigmatizado con limitada presencia en medios y con la sociedad civil; mientras que el segundo se refirió a la realización de convenciones realmente democráticas, sin dados cargados ni precandidatos comparsas o inventados, lo que a su criterio daría como resultado un priismo entusiasmado y en pie de lucha con una precampaña aprovechada.

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